En el especial mes de octubre, en el que se conmemora el Día del cáncer de mama dedicado a la concientización de la enfermedad, Isabel una artista plástica sanjuanina contó su conmovedora historia de resiliencia a Diario el 13. Fue diagnosticada cuando tenía 60 años y su vida parecía que ya no tenía giros inesperados todo cambió a través de un chequeo médico.  

Isabel explicó cómo fue ese año en el que se enfrentó al duro tratamiento para atravesar la enfermedad: “fue una experiencia de un año, desde noviembre del 2009 a octubre del 2010, donde aprendí a valorar el tiempo. Ya que me interné en Mendoza para realizar todos los tratamientos correspondientes durante la semana. Como se sabe debía estar pendiente al tratamiento y todo el tiempo de calidad que tenía se redujo.  Por otro lado, me di cuenta de lo importante que es conectar con lo que tenemos en el día a día. Esa fue una de las mayores enseñanzas que me dejó la enfermedad, que, en realidad, todo lo que me dejó fue eso”, comentó la artista.

Un año antes de su diagnóstico, la vida de Isabel era completamente diferente a la que tuvo después del mismo. Dijo que, “pese a que siempre fui muy espiritual y que siempre lo conecté con el arte, debido a mi profesión, no tomé en cuenta lo vital que es estar conectado cuerpo y alma. Gracias a que tuve un momento muy shockeante en mi vida y que afronté el cáncer de mama logré comprender los grandes secretos de la vida, que es el amor y el agradecimiento”

Un año después de su diagnóstico y de finalizar su tratamiento, Isabel, tuvo suficiente tiempo para pensar y decidir que huella dejar a partir de la gran enseñanza que atravesó. “Si estoy viva es porque puedo contarlo, porque puedo y debo ayudar a alguien más” además recordó que “ese día cuando salí del médico agradecí porque estaba viva y le pedí fuerzas a Dios, le encargué mi vida. Ahí me di cuenta que iba a ser un camino largo y que me iba a servir de algo. De esa manera fue como el eligió cambiarme la vida”.

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De esta manera es que dio a la luz su obra de arte llamada “Un año de pañuelo” que representa todo su año atravesado por el cáncer y la perdida de pelo, donde también eligió colocarle un texto especial a cada obra. Luego otra de las ideas artísticas que salió de la dura enseñanza de esta etapa fueron los talleres gratuitos que Isabel decidió dar hasta la actualidad.

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Por otro lado, la artista hoy en día se encuentra en el mejor momento de su vida, y es que muy emocionada contó que este mes representa un gran lugar en su corazón especialmente pero este año es diferente, ya que se encuentra en Italia con su hija, su fiel acompañante de tratamiento.

“Es la primera vez que salgo del país y hacerlo en compañía de mi hija y en estas fechas me llena el alma. Me hace seguir reivindicando todo lo aprendido”, finalizó