Hace 12 años, nació Nicolás Ramírez, el primer hijo de Florencia y su esposo. Sin embargo, ese día marcó el inicio de un viaje inesperado para esta familia, ya que Nicolás nació con una condición física llamada hipoplasia, que afectó el desarrollo de sus pulgares y brazos. Florencia, la madre, dejó su trabajo como gendarme para dedicarse a cuidar a su hijo, mientras su esposo se encargaba de mantener el hogar. Nicolás y Florencia compartieron su conmovedora historia con Diario 13 y hablaron sobre la posibilidad de mejorar la vida de Nicolás, para lo cual necesitan recaudar $150.000 dólares.

 "La hipoplasia consiste en que no te permite el desarrollo de los brazos y de los pulgares. Esta enfermedad a mí me causó que yo no tuviera  un buen desarrollo, tanto del radio como de mis pulgares en ambos brazos", comentó en niño de 12 años que es oriundo de Iglesia. Esto no es lo único que afecta a el preadolescente, sino que también tiene problemas con el equilibrio, "porque yo al no tener pulgares, no tengo estabilidad para caer correctamente, entonces siempre tengo accidentes o golpes bruscos", dijo. 

En esta línea, Nico, quien en la actualidad vive en Santa Lucía y estudia en la Escuela Boero, dio a conocer que sufrió mucho en la infancia ya que sus pares le hacia bullying. "Sí, yo sufrí bullying. Más o menos cuando tenía 3 me molestaban los hijos de mis vecinos del barrio y también sufrí excluimiento por parte de mis compañeros tanto de jardín como hasta primero de primaria", recordó el menor. Sin embargo, en el crecimiento notó cambios. Los chicos y chicas lo aceptaban y todo ese dolor quedó lejos. "Yo noto mucha diferencia de cómo me trataban antes y cómo me tratan ahora, porque ahora no me siento tan excluido, siento como que me aprecian más y me quieren más. Ahora es como que más lindo porque siento el apoyo", señaló. 

En sus clases no hay diferencia, él hace las mismas actividades en educación física e incluso se destaca en dibujo técnico gracias a la invención de su mamá para la creación de un compas adaptado a sus necesidades. En este punto, Nicolas expresó que los directivos y profesores siempre ayudan a que el espacio sea seguro para él.  En el tema de la escritura, tampoco hubo grandes dificultades, "la verdad que mi mamá me ayudó a escribir bien y ahora escribo muy bien". 

 Florencia es el ancla de Nicolas. En cada paso que da, ella lo ayuda y lo orienta. "Mi mamá me explicó cómo yo me podría facilitar las cosas y que después yo necesito menos de su ayuda. Obviamente la necesito para algunas cosas  pero ahora ya me puedo casi manejar solito", dijo el niño de 12 años. 

La esperanza para una vida mejor nace a partir de las averiguaciones de Florencia. "Mi mamá estuvo hablando con otros médicos, ahí por Instagram también, y se comunicó con un médico, con el que se llama Doctor  Francisco Soldado, que contactó gracias a otro doctor", comentó Nico. Este médico se especializa las hipoplasias. "Él hace microcirugía por todo el mundo, y la verdad que como son muy complejas, hay lugares que no hay tanta tecnología. Entonces directamente los deriva a España", dio a conocer.  Lo novedoso para Nico, es que este medico llegaría a la Argentina el 26 de diciembre y esta la posibilidad de que haga algunas operaciones en Santiago del Estero. Sin embargo, el problema que deviene es monetario, porque para ello necesita más de $150 mil dólares.  Tales intervenciones ayudarían significativamente a mejorar su vida y al haber conocido resultado, su esperanza es mayor. 

Por esta razón, Nico creo un video con el din de dar a conocer su condición y las necesidades que tiene. En este punto, con ayuda de muchas personas, y toda su familia, crearon un bono contribución que tiene sorteo de varios premios. El objetivo es reunir todo el dinero para poder ver al medico y cambiar su vida. 

Todo lo que pasó y pasa es lo que lo lleva a reflexionar sobre su fututo, por este motivo señaló en este medio que "lo primero que me gustaría hacer cuando me operen es aprender a andar en bicicleta, porque como yo no tengo la estabilidad para caer bien, entonces es más o menos difícil andar en bicicleta", detalló. Luego de eso, y haciendo una mirada más amplia señaló que le gustaría ser pediatra. Esto es porque tiene un objetivo claro, que es ayudar a otras personas y colaborar con la comunidad.

Aquellos que deseen colaborar pueden ponerse en contacto con la familia de Nicolás a través de Instagram @2pulgaresparaNico o llamando al teléfono 264-5025-184. Su historia es un testimonio inspirador de perseverancia y esperanza en medio de desafíos.