En el cruce de Avenida José Ignacio de la Rosa y Avenida Circunvalación, conocido por su alta peligrosidad debido al volumen vehicular constante, la División D7 de la Policía de San Juan ha retomado la tarea de organizar el tránsito. 

 Desde las 7:30 hasta las 9:00 de la mañana, dos efectivos de la División Tránsito se posicionan estratégicamente para dirigir el flujo vehicular. Según explicaron los oficiales, la mayor preocupación son los vehículos que circulan por los laterales y que tienen dificultad para visualizar a quienes transitan por la avenida principal. Esto podría generar accidentes graves si no se toman medidas de prevención.

Frenan a los vehículos que vienen por Ignacio de la Rosa y dan paso a los del lateral para evitar choques. Este control también ayuda a reducir el caos durante las horas pico.

El nudo vehicular en este cruce no es un caso aislado. Otras intersecciones conflictivas, como el acceso sur y Libertador con Circunvalación, también han registrado alta congestión y siniestros viales. Solo ayer, se reportaron dos accidentes en menos de media hora: uno en el anillo interno cerca de la salida a Matías Zavalla y otro en Libertador y Circunvalación, donde un camión impactó contra un vehículo particular.

La Policía indicó que la organización en estos puntos estratégicos no solo agiliza el tránsito, sino que también disminuye los riesgos de accidentes en zonas donde convergen automóviles, camiones de carga, colectivos de la red Tulum, ciclistas y peatones.

La Avenida Circunvalación se ha convertido en un espacio multifuncional, con tráfico constante de todo tipo de vehículos. Sin control, es casi imposible evitar el caos.

 El flujo vehicular en Circunvalación no disminuye significativamente ni siquiera fuera del horario pico. A las 7 de la mañana hay la misma cantidad de tránsito que a las 8 o 9. Además, al mediodía y en las horas de regreso desde el centro hacia el oeste, la situación se repite con igual intensidad.

El cruce conecta varios departamentos importantes, como Capital, Rivadavia y Rawson, lo que lo convierte en un punto neurálgico de circulación. Por ahora, la presencia policial parece ser una medida efectiva para mitigar los riesgos en estas horas clave.