Psicólogos especialistas aseguran que la adolescencia en el ser humano se ha extendido hasta los 25. Ante este panorama, es menester para los padres saber cómo y cuantos normas y límites ponerles a sus jóvenes hijos, por lo que en su columna semanal en Mira quien Habla, la psicóloga especialista en infancias, Silvana Bellotti contó que padres y madres deben ser consistentes con estos y dio algunos tips para llevar esta actitud de crianza adelante.

En primer lugar, hay que entender que el adolescente siempre va a querer desafiar a sus padres porque su cerebro le pide crecer, ser libre, en ese camino hacia la madurez. Es por ello, que el ser humano en esta etapa le cuesta respetar su palabra con sus padres y, por ejemplo, si dice que llegará a las 20, llega 21:15.

Entendiendo que a los 25, el cerebro de una persona termina de madurar, y así termina de adquirir la capacidad de tomar buenas decisiones, de manejar emociones, los padres podrán saber cuáles serán las normas y límites deben de colocar en el hogar.

Los límites y las normas en la adolescencia: "son la estructura que orientan su desarrollo"

En esa preparación del adolecente para ser adultos, los padres deben acompañarlo para que sean sanos adultos preparados para la vida. Es decir, que se valgan por ellos mismos. Ahí los límites funcionan como la estructura, como el andamiaje para aquellos que no están preparados para valerse por sí mismos. "Vamos a trabajar con esos conceptos en la adolescencia. Vos querés crecer, querés madurar, demostrame con responsabilidad que estás preparado esto en la vida", señaló Bellotti.

Mientras que las normas son reglas de convivencia, como establecer que en la mesa no se usa el celular o el horario de llegada a casa, los límites son restricciones para demarcar, para proteger. “Te quiero tanto que te voy a proteger, quiero prevenirte cosas”, expresó la especialista en infancias.

Bellotti explicó que las normas de los padres deben ser puestas con claridad y consistencia. De lo contrario, el adolescente no sabrá que interpretar y puede aprovecharse de esa situación. Así como también, si papá y mamá no son consistentes en el cumplimiento de estas normas, nunca serán respetadas del todo. Además, los adultos deben dar siempre el ejemplo.

¿Cómo ponemos normas y límites saludables a los adolescentes?

En cuanto a los límites, Bellotti indicó que no deben ser rígidos cuando son puestos, dado que los chicos y chicas no los tomarán en serio y pueden tomar opciones como escaparse de casa, por la sensación de asfixia que tendrán. En cambio, si los límites son permisivos, los adolescentes se sentirán abandonados. “Mis padres no me quieren, por eso no me limitan a hacer muchas cosas”, señaló la psicóloga.

"Los padres somos custodios de la libertad del hijo, la libertad es para construirse", expresó Bellotti, para luego explicar que cuando el padre o la madre ven que sus hijos cumplen con las normas y límites deben de comenzar a dejarlos cada vez un poco más de libertad, para mostrarle confianza y además que cada vez se van quedando solos en el caminar de la vida.

Bellotti señaló que, si los padres ven que sus hijos llegan a horario, les va bien en la escuela, elijen bien a sus amigos, y van madurando muchas pequeñas cosas que tienen que madurar a esa edad, pueden soltarle un poco la cuerda de la libertad a sus hijos, para que estos experimenten esa libertad, pero también esa responsabilidad de que sus acciones tienen consecuencias y depende cada vez más de ellos.