Los humedales de San Juan, la importancia de su conservación y su estado actual
Se postergó del debate de una ley muy reñida por diferentes sectores que plantea un interrogante a nivel local sobre estos ecosistemas. Canal 13 consultó al director de Conservación y Áreas Protegidas, Andrés Ortega sobre la situación el Parque Presidente Sarmiento y Las Lagunas de Guanacache,
Se postergó del debate de la Ley de Humedales, que debía tratarse este jueves en las comisiones de Recursos Naturales, Agricultura y Ganadería y Presupuesto y Hacienda, luego de una presentación de varios bloques. Canal 13 consultó por el estado actual de los humedales de la provincia de San Juan, uno de ellos, víctima de un feroz incendio, el Parque Presidente Sarmiento y Las Lagunas de Guanacache, al director de Conservación y Áreas Protegidas, Andrés Ortega.
“Es importante que se aborde desde el punto de vista ambiental la importancia que se merecen los humedales, pero la realidad es diferente la que pasa acá en San Juan a la que pasa en otras partes del país”, aseguró el entrevistado en torno a la nueva legislación y agregó, “con la Secretaria de Ambiente viene trabajando desde hace tiempo en el cuidado y la preservación de estos, no es un nuevo tan nuevo para nosotros”.
En este sentido agregó, “las situación nuestra en una zona desértica no son humedales tan grandes, la zona del litoral tienen un gran humedal con la problemática del mercado inmobiliario”.
Ortega explicó que el funcionamiento en el Parque Sarmiento se da cuando hay presencia de agua de la napa freática y se pueden generar las lagunas observables a nivel superficial y que sean observable. Este ecosistema sufrió un grave incendio el pasado 26 de junio y el 27 de julio
“Con los incendios desde el área de conservación de áreas protegidas, intervenimos en evaluar el daño y en la sucesión se empezaron a ver como aparecían las especies que son propias de ese ecosistema”, dijo y agregó, “ya están apareciendo renovables de totora, de cañizal, de pájaro bobo, de chilca, especies típicas que indican que hay un ambiente acuático”.
Se hiso un manejo pasivo sin intervención directa del hombre. Se vieron afectadas otras especies leñosas y arbustivos, “están empezando a aparecer brotes de acacias, retamos y jarillales que son importantes y se demoran más tiempo en aparecer y ser visibles”-
La llegada de la primavera genera el ambiente propicio para la recuperación de este ecosistema, “se empiezan a ver animales como los zorros, empieza la época de actividad por el cambio de estación donde viene la reproducción y nidificación de aves. Empieza a haber disponibilidad de alimentos y refugio que son ocupados por la fauna local”.
De acuerdo con el entrevistado, se está planificando una segunda etapa con intervención directa con la idea de reducir la materia seca y evitar eventuales incendios y controlar especies exóticas como el tamarindo. También se busca regular la actividad del hombre, “la gente lo ocupo porque l totora se usaba para cestería y crecían otras especies de pastos para caballos que redicen la disponibilidad de alimentos para especies silvestres”.
Las lagunas de Guancacache son un patrimonio compartido ente San Luis, Mendoza y San Juan de las cuales 280.000 hectáreas pertenecen a la provincia y es a su vez un sitio Ramser, que hace referencia a un convenio firmado en una primicia de Irán que reúne ciertas características, como la presencia de culturas originarias y fauna y flora propias de la región.
“Cuando estas lagunas tenían mayor superficie de agua ocupaba las tres provincias y se conectabas a través del Rio San Juan por el Parque Sarmiento” dijo Ortega y agregó, “había un tránsito de comercio entre las culturas warpes que estaban al sur y al norte que utilizaban el cauce del rio”.
En este caso se trabaja en conjunto con estas dos provincias para preservar la cultura del lugar y regular el uso que le realizan las lagunas. “La idea es que puedan hace un uso sustentable para las generaciones futuras”.
El riego por manto, muy tradicional en muchas zonas del país, socaba la disponibilidad de agua en un contexto de crisis hídrica, “es una práctica ancestral que se hacía en el todo el Valle del Tulum, Valle de Ullum, Zonda, en Jáchal e Iglesia. Consiste en inundar, hacer surcos y ahí generar los cultivos”.
“Hoy en día hay un cambio climático, menores precipitaciones, las sequias son más extensas, nos llevan a replantear la mejor técnica de riego. Se puede aplicar siempre y cuando no sean grandes extensiones, se desperdicia mucha agua”, señaló.