Lozano: “Cuando era párroco murieron 3 niños, entré en crisis y me cuestioné seguir siendo cura”
El máximo referente de la Iglesia Católica en la provincia contó que el dolor por la muerte de tres chicos lo hizo cuestionar a Dios. Contó qué fue lo que hizo que se reconciliara con su fe.
Quien no escuchó alguna vez la frase: “por qué Dios permite que pasen estas cosas”. Esto es lo que sintió hace unos años el obispo de San Juan, Monseñor Jorge Lozano, quien contó que la muerte de tres niños hizo que cuestionara a Dios, pero luego el amor de una madre doliente lo ayudó a reconciliarse con su fe.
El obispo visitó el programa Entre Vistas que se emite los jueves a las 21 por Canal 13, con su franqueza habitual, el cura contó: “en algún momento entré en una crisis de fe, no sé si decir crisis de fe”, se rectificó.
Luego contó que hace unos años, él era párroco y tenia una escuela parroquial a cargo. En el termino de dos años murieron tres niños que asistían a esta escuela primaria. “Eso no lo pude soportar con el tercero me entró una crisis muy fuerte”, aseguró el cura quien recordó que dos de los chicos murieron por enfermedad y uno por accidente.
“Me cuestioné mucho, me enojé con Dios, pensaba qué respuesta tengo que dar, cómo enfrento esta situación. Estaba con otro cura que me ayudaba en la parroquia y le dije que por un mes no iba a predicar”, recordó Lozano.
“Fue una situación muy difícil, qué hago con esto, me quedo, me voy, qué le digo a la gente. Eso fue un golpe muy duro”, explicó Lozano quien agregó que aun en ese momento de dolor y confusión él no insultó a Dios. "Yo no le echaba la culpa, más bien le preguntaba por qué lo permitiste".
El religioso reconoció que lo ayudó mucho hablar con los padres del último chico que se había muerto, que falleció a causa de un cáncer cerebral. “Rezamos en la misa de responso, fui a la casa a charlar con ellos”, recordó el cura.
El religioso agregó que la mamá del nene le dio las gracias y le contó que en la iglesia su hijo vivió los momentos más felices. Él estaba internado el Miércoles Santo y le pidió al médico que lo dejara salir para el lavatorio de los pies del Jueves y cuando el médico le dijo que si, estaba feliz.
Dos semanas después de esa Pascua , el pequeño murió. La madre del niño fallecido le dijo a Lozano que ellos recuerdan esa situación como de gran consuelo para el pequeño.
“Escuchar a la mamá que vivía con gratitud, ahí a mi me empezó a hacer mirar otras cosas que no estaba viendo no y volví”, aseguro Lozano en referencia a que volvió a sentir plenamente su fe.