Requisitos para adoptar: 'Toda persona mayor de 25 años puede presentarse, sin límite de edad'

Este martes, en Banda Ancha, la licenciada en Sociología Teresita Rodríguez, Directora del Registro Único de Adopción de San Juan, brindó detalles sobre el proceso de adopción en la provincia. Rodríguez aclaró que el Registro está abierto a personas de todas las orientaciones y estados civiles, mientras cumplan con los requisitos de edad y condiciones establecidas por la ley.

Rodríguez explicó que el Registro Único de Adopción funciona en la esquina de Caseros y Santa Fe, en San Juan, y depende de la Corte de Justicia. Destacó que cualquier persona mayor de 25 años puede postularse como posible adoptante, sin límite de edad. “Esto es importante porque siempre estamos enfocados en encontrar la familia adecuada para los niños, niñas y adolescentes que esperan ser adoptados. Eso implica también que personas mayores de 50 años pueden postularse, especialmente en el caso de adolescentes que buscan un hogar”, indicó la Directora.

Respecto a los requisitos, Rodríguez enfatizó que el proceso comienza con una serie de documentos básicos que demuestran la capacidad del aspirante para hacerse cargo de un niño o adolescente. “Son los requisitos mínimos que se deben presentar ante el juez para que se evalúe si están en condiciones. Esto incluye una evaluación del entorno familiar y la estabilidad emocional y económica del postulante”, explicó.

Una de las preguntas recurrentes en la entrevista giró en torno a los plazos del trámite de adopción. Según Rodríguez, el tiempo de espera puede variar dependiendo del caso y del nivel de preparación emocional y familiar de los postulantes. “Hay personas que ya han trabajado el tema de la adopción en familia y esto agiliza el proceso, ya que suelen necesitar menos entrevistas con el equipo interdisciplinario”, comentó. Además, destacó la importancia de trabajar temas personales antes de iniciar el proceso: “Para quienes están en su primer intento de adopción, la mayoría de las veces se trata de parejas que han pasado por procesos de infertilidad o están en tratamiento de fertilización asistida. Para ellos, el proceso puede extenderse un poco más, ya que se necesita asegurar que están emocionalmente listos”.

Rodríguez también anunció que el Registro dejó material informativo en el programa para quienes deseen obtener más información. “Los interesados pueden encontrar un tríptico con un código QR para acceder a detalles adicionales”, dijo.

Además se refirió a algunos de los mitos que rodean la adopción, como la falsa creencia de que solo matrimonios heterosexuales pueden adoptar. “El Registro está abierto a todas las personas que cumplan con los requisitos legales, sean solteras, separadas o en pareja, sin importar su orientación sexual”, aclaró, buscando incentivar a todos los ciudadanos a acercarse al Registro.

Rodríguez explicó que el proceso de adopción se divide en etapas claras. La primera consiste en la presentación de la solicitud, donde los aspirantes deben trabajar en conjunto con un equipo interdisciplinario, que incluye psicólogos y trabajadores sociales. “Una vez que se presenta la carpeta con todos los requisitos, la evaluación pasa a un juez de familia que decidirá si aprueba la solicitud”, detalló.

Una vez que el juez aprueba la solicitud, la familia queda registrada tanto en el Registro Provincial como en el Registro Nacional. “En departamentos alejados, los juzgados de paz también pueden hacer esta certificación sobre la actividad laboral del postulante, así que el tema económico no es un limitante”, subrayó Rodríguez, al tiempo que destacó un reciente acuerdo de la Corte de Justicia que busca convocar familias en todos los departamentos

Rodríguez abordó varios mitos en torno a la adopción, especialmente sobre la idea de que solo aquellas familias con una buena situación económica pueden adoptar. “Hemos observado que, muchas veces, las familias que más se acercan a la identidad del niño son aquellas que tienen expectativas más sencillas en cuanto a la educación y el desarrollo del niño”, expresó. “Esto no significa que las familias con mejores condiciones económicas no puedan adoptar, pero hemos visto que las familias más humildes a menudo logran mejores vinculaciones”, dijo.

La funcionaria también mencionó que, a partir de la presentación de la carpeta, el tiempo aproximado hasta la primera convocatoria puede variar entre 3 y 4 meses, dependiendo de la época del año. “La percepción de que las adopciones se extienden durante años es un mito. Desde que una familia es admitida como adoptante, el tiempo de espera para concretar la adopción depende mucho de la situación del niño en cuestión”, aclaró Rodríguez.

Rodríguez enfatizó que, una vez aprobada la solicitud, el protagonismo lo tiene el niño, niña o adolescente. “La ley establece un plazo de seis meses desde la guarda preadoptiva hasta el juicio de adopción, pero esto puede ser más corto o más largo. En el caso de adolescentes o niños de segunda infancia, es esencial construir un vínculo de manera gradual”, explicó.

El proceso de vinculación implica visitas y salidas de fin de semana, donde el mismo niño tiene la posibilidad de decidir si desea quedarse con la familia adoptiva. “Este proceso es acompañado en todo momento por el equipo interdisciplinario, que asegura que tanto el niño como la familia se encuentren en un ambiente propicio para construir ese vínculo”, añadió Rodríguez.

Una de las preguntas recurrentes fue sobre la relación entre la condición económica de las familias y sus posibilidades de ser convocadas. Rodríguez fue clara al respecto: “Tanto una persona sola como una pareja tienen las mismas oportunidades. No hay puntuación superior para un matrimonio en comparación a un hogar monoparental. La decisión final recae en el juez, quien evalúa las aptitudes de cada postulante”.

Respecto a la condición económica, enfatizó que no se exige tener casa propia. “Las familias pueden vivir en alquiler o incluso compartir vivienda con otros familiares, siempre que puedan cubrir las necesidades básicas de crianza. Lo importante es que haya estabilidad emocional y un ambiente de apoyo para el niño”, concluyó.