En el departamento de Rawson, los vecinos han intensificado su reclamo por mayor seguridad debido a una serie de incidentes delictivos, algunos de ellos con características violentas. Entre quienes alzan su voz se encuentra Alejandra Borges, vecina de la zona del Médano de Oro, quien busca llamar la atención sobre la difícil situación que están viviendo en la zona.

Los vecinos han sido víctimas de varios hechos delictivos en los últimos tiempos, y están exigiendo respuestas concretas a las autoridades. Borges comentó en Cien por Hora que en su área, que abarca desde la calle 5 hasta la calle 9, ha habido una notable actividad delictiva en los últimos dos años, y la situación se ha intensificado en el último año.

En declaraciones  en Canal 13, Borges detalló varios incidentes recientes que han generado gran preocupación. Según su relato, en una noche específica, "varias casas fueron blanco de robos", siendo su vivienda una de ellas. Sin embargo, lo que más perturbó a Borges fue el hecho de que los intrusos, además de robar, dejaron un acto de vandalismo inaceptable: defecaron dentro de su hogar y se limpiaron con la ropa del tendedero.

El reclamo de Borges se suma a otros casos similares en la zona. Recientemente, otra vecina fue víctima de un robo en su vivienda, y aunque se logró registrar al delincuente en las cámaras de seguridad, su rostro no pudo ser identificado claramente. Ante esta situación, los vecinos han decidido unirse y formar una red de comunicación a través de WhatsApp para alertarse mutuamente sobre cualquier actividad sospechosa en la zona. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos comunitarios, la sensación de inseguridad persiste.

Cabe considerar que en la jornada del jueves, uno de los usuales delincuentes de la zona fue condenado por la justicia, pero fue insuficiente. Ya que hubo "otro robo desvalijaron otra casa". "Nos rompían toda la iluminaria de la calle entonces en tu casa en tu propiedad podrías tener luz pero si salías a la calle era toda una boca de lobo", dijo Borges. 

De acuerdo con lo que comentó la vecina "situación se ve agravada por la falta de una respuesta efectiva por parte de las autoridades policiales". Borges explicó que la distancia entre las comisarías y los lugares donde se cometen los delitos dificulta el proceso de denuncia y la llegada rápida de la policía al lugar de los hechos. Además, la falta de coordinación entre las diferentes jurisdicciones policiales complica aún más la situación.

La gente del lugar han tomado medidas comunitarias, como la creación de grupos de WhatsApp para alertarse mutuamente sobre cualquier actividad sospechosa en la zona. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para contener la ola de delitos que afecta a la comunidad. Por ello están demandando una estrategia de trabajo más coordinada entre las comisarías de la zona, así como una mayor presencia policial en las áreas afectadas. También están solicitando la instalación de garitas de seguridad en puntos estratégicos, como una medida para disuadir la actividad delictiva y brindar mayor protección a los residentes.