Vínculos adictivos: te gustan, te hacen mal y no los podés dejar
Ambos destacaron que cada vez son más las personas que acuden para obtener herramientas para desarrollar la responsabilidad afectiva.
En una reflexión profunda sobre las condiciones humanas y sus complejidades, Raúl Ontiveros y la Licenciada en Psicología Luciana Quiroga abordaron el tema de los vínculos adictivos en una entrevista con Banda Ancha.
Ontiveros destacó que las adicciones son un reflejo de la sociedad y cómo esta evoluciona, así como los cambios en la concepción humana. Señaló la necesidad de ajustar los conceptos de adicción, considerándolos más allá de las sustancias, abarcando también los vínculos con tres variables clave: "Me gusta, me hace mal, no lo puedo dejar".
La Licenciada Quiroga afirmó que cada vez se observan más casos de personas que reconocen que ciertos aspectos de sus vidas les hacen daño, pero luchan por liberarse de ellos. En terapia, es crucial explorar las partes que conectan a la persona con la adicción y comprender por qué resulta difícil dejarlo. Destacó que no todo es negativo, ya que estos vínculos a menudo incluyen elementos de refuerzo intermitente, donde momentos positivos se entrelazan con los negativos.
Cuando se abordó la violencia física como resultado del malestar emocional, Luciana indicó que las personas tienen la capacidad de construir sus vidas según sus deseos. Señaló la importancia de reconocer que somos arquitectos de nuestras propias vidas y que nuestras decisiones nos llevan hacia donde queremos estar.
En esta conversación enriquecedora, Ontiveros y Quiroga invitaron a reflexionar sobre la complejidad de los vínculos adictivos, destacando la necesidad de comprender, explorar y construir conscientemente nuestras vidas.
"No le conviene. Por lo tanto, el cambio se da cuando la persona decide dejar de quejarse y asumir la responsabilidad afectiva", señaló Ontiveros.
Ambos expertos destacaron la importancia de la terapia como herramienta para evaluar qué están dispuestos a enfrentar y qué guerra están dispuestos a pelear. Ontiveros reflexionó sobre la inevitabilidad de los conflictos, indicando que las personas, por evitar la guerra, a menudo prefieren ceder, pero con el tiempo terminan perdiendo.
En relación con los vínculos adictivos, Ontiveros mencionó que, según su experiencia trabajando con problemas de adicciones, observa tanto en jóvenes como en adultos un aumento significativo en los niveles de miedo. Afirmó que la demanda de ayuda ha crecido, ya que las personas buscan asistencia cuando detectan que algo no está bien. Abordaron la presencia de patrones generacionales y cómo muchos han sostenido una vida bajo ciertos modos que, al enfrentarse a la información disponible, comienzan a darse cuenta del tipo de vínculo en el que se encuentran.
Luciana Quiroga compartió su experiencia en consulta, destacando que llegan personas de diversas edades que han sostenido ciertos modos de vida, pero el cambio se vuelve desafiante porque implica vencer el miedo. Se refirió a la salida del victimismo y cómo, a veces, esto se manifiesta en la queja, pero también puede darse a través de la responsabilidad afectiva, es decir, preguntándose qué van a hacer con lo que les sucede. Subrayó la importancia de "desarrollar habilidades emocionales para pasar de un lugar a otro".
Ambos profesionales coincidieron en que, cuando algo funciona mal en una relación, es porque a alguien le conviene. Ontiveros explicó que algunas personas viven en la queja perpetua, pero al preguntarles cómo creen que podrían ser solidarios, se abre una nueva oportunidad para el cambio.