El sueño de ver a la Selección en el Clásico de las Américas se trasformó en una pesadilla para una familia riojana que vino a la provincia. Miguel Ponse llegó junto con sus cuatro hijos en la noche de ayer cerca de las 22:30  para conseguir las preciadas entradas. Luego de pasar toda la noche en el predio del Villicum, pudieron conseguir el pase para el enfrentamiento futbolístico, cerca del mediodía de este lunes decidieron ir hasta la Capital de la provincia para almorzar, donde les esperaba un mal trago.

“Vinimos de la rioja junto con mis hijos a disfrutar un buen momento para ver el partido y se terminó tiñendo de oscuro al medio día”, dijo Ponse acongojado. La familia se trasladaba en una camioneta Cango que dejaron en calle Libertador, Sarmiento y Catamarca, para ir a comer algo.

Luego de almorzar se acercaron a la Secretaria de Turismo a averiguar por un hospedaje para descansar donde lo contactaron con gente de Angaco, por la ocupación plena en lugares céntricos. “Volvemos a la camioneta a las 14:20 justa y encontramos que la camioneta había sido violentada, la había roto las tres cerraduras de la camioneta. Nos sustrajeron una notebook, teléfonos celulares, la ropa que traíamos tres bolsos, cinco mochilas”, conto el damnificado.

Sin embrago eso no fue todo, en el vehículo habían dejado las entradas para el clásico Argentina-Brasil que también formaron parte del botín de los ladrones. “Cuando compramos las entradas una de mis hijas las había dejado en la puerta de la camioneta y tuvimos la mala suerte de que también nos robaron las entradas”, lamentó el hombre.

Pero lo peor es que entre los elementos sustraídos se encontraba una notebook de una de sus hijas que utiliza para estudiar en la universidad. “Lo único que me interesa es la computadora que mi hija trajo para rendir un trabajo práctico el día jueves en la universidad y tiene todos sus trabajos de estudios ahí”, dijo y pidió colaboración para encontrarla.

Más allá de llevarse una mala imagen de la provincia destacó la ayuda que le ofrecieron en este duro momento. “Ha habido mucha gente que de la provincia que se ha puesto a disposición mía para lo que necesite, han tenido una predisposición y una solidaridad, desde hospedaje, ropa, a los que lo han hecho y tiene ese corazón les agradezco”, dijo agradecido.

Ahora pasaran la noche en un hospedaje. “Mis hijos me dijeron que nos quedemos para estar desde afuera, pero gustaría irme. Quedará como una anécdota de lo que no fue”, finalizó.