Este miércoles en Rivadavia suscribieron el Seguro de Capacitación y Empleo para mujeres víctimas de violencia de género. 

En ese contexto, Alejandra se animó a contar su calvario personal. Esposa de un policía retirado, sufrió por muchos años la violencia hasta quedar en condición de "trapito de piso", según contó valientemente en Rivadavia. 

Recién cuando sus hijos crecieron y le dieron nietos cobró la fuerza interna necesaria para alejarse y emprender una mejor calidad de vida. "Hay que seguirla luchando, aunque uno esté sola. Aparece gente en el camino. El grupo de autoayuda nos ha servido para desahogarnos y saber qué hacer", contó. 

El grupo se reúne todos los martes en el anexo municipal y cada vez aumenta más de tamaño debido a la necesidad.