Hoy goza de un reconocimiento representado en fama, dólares y que va más allá de los likes conseguidos en cada publicación. La prestigiosa revista Forbes lo incluyó entre los 10 influencers fitness (ocupa el quinto puesto) más destacados de la actualidad. Ya es una referencia en la materia. Se hizo un lugar entre Kayla Itsines, Jennifer Selter o Michelle Lewin, algunas de las gurúes fit que desde hace años dominan el ambiente. Joe Wicks, el hombre en cuestión, es la figura que en menos de dos años se erigió en un fenómeno global que no para de crecer.

A los 30 años, este joven británico disfruta de las mieles del éxito. Edificó una carrera de maratónico ascenso, cimentada sobre una serie de consejos que comparte a sus seguidores por medio de sus distintos canales y con el pilar esencial en el plan de 90 minutos -considerado uno de los más completos entre la abundante variedad-, en el que propone un ritmo de entrenamiento conciso y efectivo, acompañado de una dieta personalizada y sin restricciones. Su imagen se encuentra en pleno auge y el futuro es aún más promisorio.

Nació a mediados de la década de los 80, en la localidad de Epsom, Surrey, en el sureste de Inglaterra. De niño era conflictivo, un "desastre", tal como se definía. Por esta compleja personalidad que lo llevó a más de un problema en la época escolar, creía que no llegaría a nada en la vida. Y también en parte, por su estatus social. Tuvo una infancia difícil, con limitaciones económicas. "No podíamos permitirnos comprar carne y pescado cada día", dijo. Aquel estilo de vida se extendió hasta el periodo universitario: "Viví de la comida basura hasta los 16 ó 17 años. Mi madre no tenía ni idea de cocina y nos alimentaba de sándwiches. Como mucho, preparaba una pasta con tomate".

Aquella etapa es el marcado contraste con el presente que lo rodea de lujo, millones y popularidad. En el medio del trayecto, el cambio radical fue adentrarse al mundo wellness. Estudió Ciencias del Deporte, y tras recibido, comenzó a trabajar como personal trainer. Al principio entrenaba niños, pero luego viró el rumbo. Encontró en las redes sociales el inicio del camino hacia la notoriedad, hacia lo que más le gustaba y deseaba. Apelando a sus conocimientos, comenzó a compartir tips nutricionales en Twitter. Después, abrió un canal en YouTube y se sumó a Instagram. Actualmente, en todas sus cuentas tiene 5 millones de followers, más de 90 mil clientes y ganancias que superan el millón de dólares por mes.

(Fuente: Infobae.com)