Falucho salió campeón después de 14 años y lo gritó mirando al cielo. Los corazones de los jugadores latían más fuerte de solo pensar que un festejo de uno de ellos en octavos de final, se volvería su no buscada cábala en su camino hacia la consagración.

El club oriundo de Rodeo, tiene muchos hinchas en Iglesia y por ende la alegría era mucha en las calles, según contó Rodrigo Sánchez, el goleador del equipo en Compacto 13 este lunes. El jugador en instancias de octavos de final marcó un gol que llevó a su equipo a jugar los penales. El recuerdo de la muerte del Wey Zapata, al que él conoció, estaba muy fresco, y por eso decidió festejarlo metiéndose su brazo izquierdo en la manga para homenajear al motociclista.

Tal ingenioso y emotivo festejo se volvió viral en la provincia y afuera y sin querer se convirtió en cábala en el camino de Falucho buscando ser campeón. Aunque ninguno de los jugadores lo repitió, según contó Sánchez, se acordaron de ese gol y ese festejo a medida que superaban las instancias.

El pasado sábado se jugó la final. El partido final. Casualmente el día en que el Wey hubiera cumplido años, por lo que el partido tenía un ingrediente más que lo hacía especial, además de los 14 años de sequía.

 Falucho iba por debajo del marcador, como siempre desde octavos. Rodrigo contó que el nerviosismo era mucho y les jugaba en contra. Con insistencia lograron empatarlo y obligar a la instancia de penales para dirimir quien sería el campeón. Desde los doce pasos llegó la consagración, y el goleador y sus compañeros, una vez que se supieron campeones miraron al cielo acordándose del Wey, aquel deportista que defendió su pasión hasta la muerte.