Dos de los referentes de San Martín, Ezequiel Montagna y Tomás Escalante, llevaron su fe a lo más alto, literalmente. Los futbolistas visitaron el Santuario de la Difunta Correa para cumplir con una promesa que mantuvieron desde los octavos de final del torneo, un ritual que comenzó con el inolvidable triunfo del equipo por 2-1 frente a Gimnasia y Tiro de Salta.

La escena fue sencilla, pero cargada de simbolismo: Montagna y Escalante subieron los tradicionales escalones del santuario bajo el implacable sol sanjuanino, agradeciendo los logros alcanzados y pidiendo fuerzas para lo que viene.

El Verdinegro, que se encuentra a un paso del ansiado ascenso a la Primera División del fútbol argentino, enfrentará este domingo a Gimnasia de Mendoza.

“La promesa la empezamos con la esperanza de cambiar la racha, y desde entonces no dejamos de creer”, confesó Montagna. Escalante, por su parte, agregó que "este lugar nos da fuerzas. Es una manera de conectarnos con la gente y con lo que representa San Martín para ellos”.