Recientemente desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) dieron a conocer las estadísticas relacionadas al pasado 2024. En el informe en cuestión reportaron que se vendieron alrededor de 9 millones de litros menos que en el 2023, demostrando que el consumo sigue bajando a nivel nacional.

Precisamente desde el INV comunicaron que el descenso fue del 1,2%, ya que en 2023 las bodegas despacharon 775 millones de litros mientras que en 2023 fueron 766 millones. En ese sentido detallaron que una de las mayores caídas se registró en los espumantes, cuya venta disminuyó un 25%, con solo 27,7 millones de litros comercializados. 

Por otro lado, el vino genérico mostró estabilidad, con una leve caída de 0,1%, alcanzando los 50,8 millones de litros en 2024. Los envases también marcaron diferencias. La botella convencional experimentó una caída del 6,7%, mientras que los envases más económicos, como el tetrabrik, lograron un aumento del 8,4%. Directamente el vino en este formato sigue siendo el segundo más vendido, con 254,5 millones de litros.

Analizando el motivo de esta caída constante en sus ventas, aseguraron que el alto costo del vino, motivado en parte por la inflación, ha llevado a los consumidores a cambiar sus hábitos, buscando opciones más económicas. Esto esta provocando que las bodegas se centren en crear vinos más livianos o con menor contenido alcohólico para atraer al público, por ejemplo la mezcla de vino con soda va ganando cada vez más terreno.