Este viernes el Ministerio Público Fiscal inició la investigación formal del homicidio de Marcelo Amarfil. Los fiscales acusaron a Luciana Teresita Bustos Sanchez como autora del brutal asesinato y le endilgaron la figura penal de Homicidio agravado por alevosía. Durante un año el MPF deberá colectar pruebas para demostrar porque acusan con una de las calificaciones más alta del Código Penal Argentino, que provocaría que la licenciada en Historia pase más de dos décadas en prisión.


Pero ante tan alta calificación penal y el relato de los fiscales sobre lo que pasó la madrugada del 17 de enero de este año en la calle Pelegrini de Las Chacritas en 9 de Julio, surgió la duda de porque para ellos el crimen no fue 'premeditado'. Según el fiscal Adrián Riveros de la UFI de Delitos Especiales quien junto a su colega Francisco Pizarro llevan adelante la investigación, lo que se sabe hasta el momento del crimen no coincide con lo que el Código Penal señala como premeditación. Si bien se sabe que la acusada pasó a buscar a Amarfil en su auto, fueron a cenar y de común acuerdo estuvieron teniendo relaciones sexuales minutos antes del crimen, las pruebas colectadas hasta el momento no indican que todo estuviese planeado. Esto no quita que a medida que avance la investigación se pueda determinar que la mujer de 33 años si pensaba en cometer el crimen.


Hasta el momento lo que los fiscales saben es que Luciana Teresita Bustos Sanchez colocó muñequeras de cuero y maniató las manos de Amarfil al respaldar del asiento delantero del auto de ella. Luego le tapó los ojos al profesor de educación física con un antifaz negro y fue en ese momento que aprovechó para sacar un cuchillo y hacer dos cortes en el rostro del hombre, uno de ellos perforando la vena orta en el cuello.