Este martes la Justicia realizó un juicio abreviado por el caso del venezolano que atacó e hirió a dos menores en Sarmiento. Se trata de Luis Hernández de 51 años, quien luego de la agresión se escapó, pero a las horas fue encontrado y desde su detención hasta la fecha, estuvo con prisión preventiva en el Hospital Lanteri debido a que presentaba problemas psiquiátricos.

Hernández, que está acusado por tentativa de homicidio, estuvo por primera vez frente a la jueza Verónica Chicón este 3 de septiembre y reconoció ser el autor de los hechos. La magistrada analizó las posturas de la defensa del acusado, el defensor oficial Lucas Quiroga y de fiscalía Iván Grassi y resolvió acceder al pedido de la defensa de Hernández, por lo que recibirá tratamiento psiquiátrico en el Lanteri, mientras se resuelve su sobreseimiento.

En esta semana, fiscalía presentará informe de pruebas y pericias para comprobar que no comprende sus actos, y en el plazo de dos meses será sobreseído.

La defensa había solicitado la inimputabilidad argumentando que no comprende la criminalidad de los actos debido a los problemas psiquiátricos que se confirmaron. Cabe mencionar, que la pericia psiquiátrica realizada días atrás arrojó que el venezolano tiene ideas delirantes paranoicas persecutoides. Los peritos han precisado que sufre delirios encapsulados, es decir, que su conducta es normal por largos lapsos del día, pero, de todos modos, su conducta paranoica persecutoide puede ser peligrosa.

Hernandez está ubicado en tiempo y espacio, pero no comprende sus actos. No tenía tratamiento hasta su detención. Al cumplir con la preventiva en el Hospital Lanteri, el acusado está teniendo contención psiquiátrica.

Quiroga solicitó además, que la medida de cohersión (prisión preventiva), pase a ser medida de seguridad. Es decir, que reciba tratamiento psiquiátrico mientras se resuelve su sobreseimiento y que sea en el mismo centro de salud. Es decir, en el Hospital Lanteri ubicado en Zonda. Al pedido de la defensa, el fiscal Grassi accedió, por lo que todo se encaminaría al sobreseimiento del acusado.

En un momento del juicio abreviado, el acusado le preguntó a su abogado si podría declarar y este le recomendó que no lo hiciera.

Un intento de homicidio sucedió durante el mediodía del viernes 9 de agosto en Sarmiento. Luis Hernández de 51 años, de origen venezolano, atacó a dos niños, uno de 14 años y otro de 10 años con un elemento cortante, que en un principio se pensó que se trataba de un machete.  Un tercer alcanzó a escapar y dar aviso a sus familiares, quienes a su vez dieron aviso a la Policía.

Por las heridas que este ataque les dejó, los menores fueron llevados de urgencia al Hospital Rawson. El venezolano los agredió produciéndoles un corte a la altura de la aorta, en las orejas, rostro, brazos y manos. Horas más tarde, desde el centro de salud informaron que ambos chicos quedaron fuera de peligro, aunque al de 10, debieron intervenirlo quirúrgicamente por una herida profunda en el cuello.

Mientras tanto, en las inmediaciones donde se produjo el ataque y otros puntos cercanos en el departamento personal del GERAS, de la Comisaría jurisdiccional y hasta vecinos enojados buscaron al sujeto. Horas más tarde fue hallado y los vecinos casi lo linchan mientras las autoridades lo trasladaban.

Micaela, la hermana mayor del chico de 14 gravemente herido por Hernández precisó al móvil de Canal 13 que el agresor de los menores era alojado por sus hermanos mayores y que incluso, en algunas oportunidades le llevaban de comer. 'Nos sorprendió un montón', expresó todavía incrédula la joven.

 Micaela contó que su adolescente hermano llegó con dos amigos a un lote en construcción, propiedad de sus hermanos mayores. El joven y los otros chicos suelen ir por el lugar para cuidar de los caballos que sus hermanos tienen. Allí se habrían encontrado con Luis, el venezolano, y en un canal de la zona se produjo el brutal ataque a machetazos.

La joven indicó que no saben el porqué de tanta brutalidad hacia los menores. Micaela señaló que el hombre no tenía familiares ni amigos y vivía en la calle, hasta que sus hermanos se apiadaron de él y le ofrecieron un techo, y hasta en algunas oportunidades, le pidieron una ‘vianda’ a su madre para llevarle a este sujeto. También precisó que solía tener trabajos temporales como la cosecha de estación.