El caso del brutal homicidio de Marcelo Amarfil,en Las Chacritas, está próximo a llegar a juicio, y la única acusada, Luciana Bustos, continuará detenida en el Penal de Chimbas. Así lo decidió la jueza de Garantía, Celia Maldonado, quien dio la extensión de la prisión preventiva por un mes más.

La investigación, que se encuentra en su fase final, aún depende de una pericia psicológica y psiquiátrica fundamental para el caso. Según fuentes cercanas a la causa, es posible que la prisión preventiva de Bustos deba prolongarse por un período mayor, dado que se espera la conclusión de esta pericia, en la que participan especialistas del Ministerio Público, la defensa técnica y la querella.

Bustos, científica del CONICET y profesora de Historia, enfrenta una imputación grave: homicidio agravado por alevosía y por el vínculo, lo que podría llevarla a prisión perpetua, la máxima pena estipulada en el Código Penal. Inicialmente, la fiscalía solo había imputado el agravante de alevosía, argumentando que Amarfil estaba indefenso al momento de ser atacado, con las manos esposadas y los ojos vendados. Sin embargo, recientemente se sumó el agravante del vínculo, luego de que la fiscalía descubriera, a través de pericias telefónicas, que la relación entre ambos era más cercana de lo que se había pensado.

Por su parte, la defensa de Bustos negó que existiera una relación sentimental, argumentando que la acusada es lesbiana y convivía con su novia en Chimbas. Este será uno de los puntos clave en el juicio oral, que podría tener lugar a finales de este año.

El crimen que conmocionó a San Juan

El asesinato de Marcelo Amarfil tuvo lugar el 17 de enero, en una calle oscura detrás del Aeropuerto de 9 de Julio, en San Juan. La escena fue impactante: Bustos fue encontrada bañada en sangre y en estado de shock, mientras Amarfil yacía muerto a su lado, con múltiples heridas. En su declaración inicial, la acusada afirmó que Amarfil se había autolesionado, pero las pruebas recolectadas por el fiscal Iván Grassi, y luego por Pizarro, indicaron que las lesiones fueron infligidas por otra persona.

Entre las pruebas clave que complican la situación de Bustos, se encuentra el hallazgo de dos cuchillos en su poder, uno de los cuales habría sido el arma homicida. A medida que avanza la investigación, el relato de la joven se ha tornado cada vez más inverosímil, dejándola en una posición comprometida.