Desde que comenzó esta pandemia global por el coronavirus, una gran cantidad de personas aseguran que toda esta situación se produjo debido al consumo de murciélagos en la ciudad de Wuhan, lugar donde apareció por primera vez el virus COVID-19. A raíz de esto, el gobierno de este lugar ha tomado la decisión de prohibir la venta de este tipo de animales salvajes.

Se supo que las autoridades de Wuhan le han entregado dinero en efectivo a los granjeros que se dedican a criar este tipo de especies, para que detengan esta actividad. El pasado jueves 21 de mayo, directamente se decidió no permitir ni la venta ni el consumo de estos seres vivos. 

Además, se mencionó que a partir de ahora se realizará un minucioso control a todos los trabajadores rurales que dedican su vida a estos criaderos, para constatar que esta tarea no se realiza con la finalidad de consumir o vender a estos animales. Sin embargo, estas no son las únicas medidas que se tomaron.

Finalmente, dentro de este anuncio oficial, también se mencionó que Wuhan se considera como un santuario de vida silvestre, por lo que queda terminantemente prohibido cazar animales salvajes. Sólo se permitirá cazar con fines investigativos, para monitorear enfermedades epidémicas, para regular la población de alguna de estas especies, entre otros motivos.