Tragedias con niños que marcaron a los sanjuaninos
Los accidentes domésticos son riesgos que pueden poner a un niño al borde de la muerte. Tras el caso de la nena muerta, quemada en Pocito, tres casos de horror.
Había calentado agua en un recipiente y se disponía a bañar a su nena de 3 años. Algo salió mal, en cuestión de segundos. La nena había derramado el agua caliente sobre su cuerpo. El saldo fue un 50% de quemaduras en su cuerpo y la muerte antes de llegar al nosocomio. Fue un accidente doméstico y produjo la muerte de un niño. Por eso, los tres casos similares que conmocionaron a los sanjuaninos.
23 de enero del 2013
Verano. La tragedia se dio en una casa de la calle Río Negro, en el interior del Barrio Laprida, en Chimbas. En presencia de altas temperaturas, una mujer había llegado con sus nietos a almorzar. Afuera la calzada brillaba del calor. En el fondo de la vivienda, una pileta de lona. Eran las 16, los chicos se habían levantado de la mesa y salieron a corretear por el fondo. Detrás de ellos salió un Thiago Leonel, de 1 año y 6 meses. Aquella tarde, nadie percibió que el infante caminó hacia el borde de la pileta e intentó meter su mano al agua. Se desbalanceó y cayó. Nadie lo vio hasta unos minutos después. Se encontraba sin reacción y sin signos vitales. Lo llevaron a un centro sanitario e intentaron reanimarlo. Pero el niño había perdido la vida.
8 de junio del 2018.
Una familia, de apellido Palacios, vivió la tragedia frente a sus ojos. Dentro del asentamiento Pedro Echagüe, en Santa Lucía, la familia se dispuso a almorzar. Habían preparado la mesa y habían colocado a su niño, de dos años, en la silla para comer. El niño estaba inquieto, como de costumbre. Fue un segundo. El menor pateó la mesa e impulsó la silla hacia atrás. La silla cayó lentamente, frente a la mirada atónita de sus padres, e impactó contra al piso. El nene impactó su cabeza contra el suelo y murió en el acto.
28 de junio del 2018.
Vísperas de invierno. En 25 de Mayo una familia vivió momentos dramáticos. Fue cuando estaban en casa. Habían prendido el calefactor para darle calidez a la casa. Afuera, el viento era helado y quemaba la piel. Tras algunos minutos una nena, Julieta Mariño de 10 años, cayó desvanecida. También su hermano. Su madre intentó reanimarla, y ante el intento frustrado, la llevó al Hospital César Aguilar de Caucete. El varón pasó varios días internados en estado grave. La nena perdió la vida por inhalación de monóxido de carbono.