Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Difícilmente haya esperado el secretario de Estado de Seguridad, Carlos Munisaga, una pregunta semejante. Podría decirse, hasta extemporánea. Al fin y al cabo,los protagonistas de la polémica ya la dieron por superada. Sin embargo, el debate de fondo está lejos de haberse cerrado.

Específicamente, aquí en Banda Ancha Munisaga tuvo que sentar posición en la polémica entre la ministra de Seguridad de Nación, Sabrina Frederic, y el responsable del área en la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni.

La antropóloga marcó una profunda distancia con su antecesora, Patricia Bullrich y su doctrina Chocobar, de tirar primero y preguntar después. Frederic apuntó a conocer las causas que llevan a una persona a delinquir, en la comprensión de que actuar sobre los efectos equivale a siempre llegar tarde. Es, en definitiva, no resolver el problema de fondo.

El funcionario de Axel Kicillof, sin reivindicar la gestión del macrismo en absoluto, hizo un reconocimiento tanto de Bullrich como de Cristian Ritondo, el titular de Seguridad durante la administración de María Eugenia Vidal. Dijo que ambos "trabajaron mucho". Semanas más tarde, le mandó una carta a Frederic para pedirle que le sacara las fuerzas federales de Buenos Aires, porque era más lo que entorpecían que lo que ayudaban, en medio de la burocracia.

El combo fue explosivo para el delicadísimo equilibrio interno del Frente de Todos. La controversia solo finalizó con una foto amistosa entre el presidente Alberto Fernández y el gobernador Kicillof, en la Casa Rosada. El mensaje hacia abajo resultó clarísimo. Basta de pirotecnia política. Fue el 10 de febrero.

Entonces, casi un mes después, la consulta a Munisaga pudo haberle parecido fuera de tiempo. Sin embargo, las miradas de Frederic y de Berni sintetizan una discusión transversal a la política, cada vez que se habla de seguridad. Podría decirse más fácilmente, es la vieja polaridad de mano dura versus mano blanda, con aroma al garantismo que tantas críticas sufrió en el último tramo del gobierno k.

El funcionario de origen ibarrista, hoy convertido en una fuerte apuesta del gobernador Sergio Uñac, contestó con decisión, como quien ha meditado previamente ese debate. Dijo que la ministra Frederic tiene una mirada correcta acerca de apuntar a las causas del delito y que eso se está haciendo en San Juan, con un abordaje en el territorio, sectorizando y dialogando con los vecinos para comprender lo que está pasando en cada barrio.

Las videocámaras del CISEM han tenido un efecto fenomenal para disuadir a los delincuentes. Pero también han generado un desplazamiento de arrebatos, robos y escruches hacia la periferia. Y eso también es parte de la realidad compleja que demanda atención.

Munisaga dijo además que nada de esto funcionaría sin un correcto sistema punitivo. No habló de puerta giratoria, pero se refirió elípticamente a esa figura que describe la facilidad con la que muchos delincuentes profesionales pudieron entrar y salir de los calabozos acumulando frondosos prontuarios sin haber tenido nunca una sentencia. Algo de esto se pudo corregir con el procedimiento especial de Flagrancia. Falta la investigación fiscal que debería implementarse en el transcurso de este año.

El otro efecto colateral es la superpoblación carcelaria. En el Penal de Chimbas hay unos 1.800 internos. Es verdad que se ha ampliado su capacidad, pero urge la construcción de la penitenciaría de Ullum para descomprimir. Más velocidad en la Justicia tiene un correlato directo con una mayor cantidad de internos.

Tema aparte será la evaluación acerca del impacto que tiene la reclusión en los condenados: ¿hay reinserción posible o la celda es únicamente útil mientras el sujeto está encerrado, porque cuando salga volverá a las andadas hasta con cierto grado de "perfeccionamiento"?

Al respecto, Munisaga trazó una línea nítida entre los que eligieron hacer del delito una forma de vida, y los que incurrieron en un delito por primera vez. Ahí hay claramente una diferencia que merece atención. Entonces parece indispensable el enfoque de la ministra antropóloga. Si no se apunta a las causas, la respuesta siempre llegará tarde. Y el daño podría ser irreparable.


JAQUE MATE