Queriendo o sin querer, la intendenta Daniela Rodríguez se metió en la paritaria docente. Por lo tanto, en la discusión de todos los sueldos estatales también. Lo hizo cuando anunció el bono de hasta 100.000 pesos que está dispuesta a pagarles a los contratados de su municipio. ¡Ay Chimbas! ¡Justo en medio de la negociación provincial!

Como era de esperar, los sindicalistas tomaron nota de la generosidad chimbera. La secretaria general de UDA, Karina Navarro, mencionó el bono municipal en rueda de prensa, al finalizar el encuentro con los funcionarios orreguistas.

Es obvio que el lunes le dirán al ministro Roberto Gutiérrez que los 80.000 pesos que les ofrecieron a ellos son poco. Y le pedirán que haga un esfuerzo mayor, para arrimarse al número redondo de Rodríguez. Son apenas 20.000 pesitos más por trabajador. Parece poco. Sin embargo, el impacto en la masa salarial completa siempre será millonario.

Es evidente que Marcelo Orrego decidió alegrar la economía doméstica en diciembre, con una fuerte inyección de dinero estatal en la calle. Es sabido: cada peso que se ponga en el bolsillo de un estatal no irá a ahorro ni a compra de moneda extranjera, sino a consumo. A mover la rueda.

Las fiestas llegarán con fuertes desembolsos provinciales. El sábado que viene, 30 de noviembre, se pagarán los sueldos del mes que termina. El sábado 21, los aguinaldos. Y el sábado 28, los sueldos de diciembre. En algún momento, también el bono de por lo menos 80.000 pesos. Si no es que más.

Alguno se agarrará la cabeza cuando estime el impacto en las finanzas públicas. Pero ese enfoque sería mezquino. El flujo de dinero en medio de la recesión siempre será bienvenido. No solo por los estatales sino por el comercio y los prestadores de servicios varios.

Según un informe de la Fundación Libertad y Progreso, con datos oficiales de la Dirección Nacional de Asuntos Públicos Provinciales, en San Juan hay 57 trabajadores estatales cada 1.000 habitantes.

Con esa relación, San Juan se encuentra por encima del promedio nacional de 49 estatales cada 1.000 habitantes. Por lo tanto, la incidencia de los salarios públicos en la economía local es muy importante. El gasto también, como se puede inferir.

Seguramente Orrego no contó con la interferencia chimbera en la negociación con los docentes, que es el mascarón de proa para el acuerdo con el resto de los estatales. Pero encaró el diálogo con un fuerte gesto político de austeridad, para ganar puntos en la mesa con los sindicatos.

Fue primicia del periodista Leonardo Domínguez para Diario 13: el bono no alcanzará a la planta política y esa medida le ahorrará al Estado unos 36 millones de pesos. El monto no es muy significativo. Importa, fundamentalmente, el mensaje. Si el sacrificio empieza por casa, el resto debería acompañar. Debería.

Pero los sindicalistas, los docentes especialmente, tienen que responder a las bases. Cuando no lo hicieron, las bases les pasaron por encima. Lo aprendió Luis Lucero, el ex secretario general de UDAP, por las malas, cuando los autoconvocados coparon las calles.

La historia contará que aquel conflicto fue uno de los factores determinantes en la derrota del justicialismo. Orrego entró con el crédito intacto y está concluyendo su primer año de gestión sin mayores roces con el arco sindical. Doble mérito, tratándose de los peores 12 meses que recuerde un gobierno desde el 2001 a esta parte, por la motosierra libertaria y la recesión brutal.

La delicadeza en el trato con los sindicatos fue una pata clave en este 2024 pacífico. La otra pata fue el reconocimiento colectivo del slogan de Javier Milei: 'no hay plata'. Y si no hay plata, mucho no se puede esperar.

Por eso fue tan ruidoso el anuncio de la intendenta Rodríguez, que bien pudo esperar, como el resto de sus colegas municipales, que la provincia fijara un parámetro antes de anunciar su propio bono. La jefa comunal del Norte del Gran San Juan se movió con autonomía. Y fue noticia, por supuesto.

Este miércoles en Banda Ancha le puso la firma al anuncio del bono: es parte de la continuidad de un proyecto político que Fabián Gramajo bautizó como 'Chimbas te quiero', que luego se provincializó como 'San Juan te quiero'.

Justo, justito, en el umbral del año electoral.


JAQUE MATE

Ampliar contenido
Ganadores y perdedores con la eliminación de las PASO
Ampliar contenido
Llegaron los gallos y las palomas a la fauna peronista