El experimento libertario le causó cierta desorientación al flamante gobierno de Marcelo Orrego, cuando empezaba la gestión allá entre diciembre y enero. Con el correr de los meses se fueron despejando las dudas. La provincia se tendrá que arreglar con lo que tiene. El alivio económico no llegará.

Frente a esta certeza, Orrego tomó una decisión política. Resolvió apretar el acelerador con recursos propios, prácticamente olvidándose de Nación. El reflejo se vio en este segundo semestre con el agresivo plan de pavimentos que no solo incluyó a las calles municipales sino también a las rutas provinciales.

En paralelo, mandó a la Legislatura una serie de convenios para hacerse cargo del mantenimiento de rutas nacionales abandonadas por la Casa Rosada. La oposición justicialista le echó en cara esta resignación. La respuesta oficial fue: ¿qué otra alternativa queda?

El ministro de Infraestructura, Fernando Perea, es uno de los funcionarios más cercanos al gobernador. Fue secretario de Obras de la Municipalidad de Santa Lucía durante largos años. Se entienden rápidamente. Con este antecedente y esta confianza ganada, Perea pasó tanto tiempo en Buenos Aires como en San Juan, en busca de destrabar las partidas. La respuesta fue ínfima.

De los 45.000 millones de pesos que Nación le adeuda a San Juan por las viviendas prometidas luego del terremoto de 2021, Nación solo se comprometió a mandar 11.000 millones. El resto quedará anotado en la lista de los incobrables.

Alguien dirá por ahí que Javier Milei no tiene por qué hacerse cargo de una deuda que dejó Alberto Fernández. Se equivoca. Los presidentes son transitorios, la institución es permanente. La administración pública también. Más allá de los discursos, nadie se puede atribuir la refundación de la república. La historia comenzó hace rato. No empezó el 10 de diciembre de 2023.

Sin embargo, es la filosofía libertaria. Borrón y cuenta nueva. Gruesa línea divisoria entre el pasado y el presente. El gobierno de Orrego buscó por todos los medios congraciarse con la Casa Rosada, acompañó los proyectos de ley más polémicos en el Congreso Nacional, fue un aliado importante de La Libertad Avanza. No fue gratis. Siempre se esperó una retribución, que no llegó.

Esa compensación era el alivio fiscal/financiero que prometió el presidente Milei cuando lanzó el 1 de marzo el famoso Pacto de Mayo, que se terminó firmando el 9 de Julio. Linda ensalada de fechas. Todo el mundo sabe igualmente de qué se trata. El anzuelo para los gobernadores era acompañar las leyes a cambio de un respiro. Que la inocencia les valga.

Cuando el presidente presentó personalmente el proyecto de Ley de Presupuesto 2025 no solo que no anunció ningún alivio para las provincias sino que les exigió un ajuste adicional de 60.000 millones de dólares.

Un alto funcionario de este gobierno provincial admitió, ante este periodista, que tuvieron una epifanía. Finalmente entendieron que así serán las cosas en adelante. Que los libertarios no pondrán un peso más para obra pública. Recién cuando lograron entenderlo como algo definitivo, Orrego resolvió arreglárselas con lo que tiene.

Esa bisagra filosófica precipitó las inversiones este segundo semestre. El gobierno que había reactivado tímidamente los barrios del IPV neutralizados, priorizando los que tenían mayor grado de avance, decidió mover las palancas para darle mayor volumen a esa maquinaria dinamizadora de la economía.

Este martes en Banda Ancha el secretario de Infraestructura, Ariel Villavicencio, dijo que el año que viene entregarán un mínimo de 1.400 viviendas. Esto implica un crecimiento del 40 por ciento con respecto a las casas ejecutadas en 2024. La diferencia radica en la decisión política.

En materia de obras públicas, Orrego decidió proceder con el mismo criterio que antes lo hizo en otras áreas. Por ejemplo, en relación a los docentes. Absorbió el Incentivo y el ítem Conectividad que Nación eliminó de un plumazo y garantizó una actualización de salarios por encima de la inflación.

Aplicó un criterio semejante en el transporte. Cuando Nación le retiró todo el subsidio a los sanjuaninos y el boleto debía dispararse hasta los 1.500 pesos la primera sección, Orrego dispuso contener con recursos provinciales. La tarifa aumentó porque llevaba un año pisada por la administración de Sergio Uñac. Pero igualmente quedó muy lejos del monto real.

El año que viene Orrego tendrá su primer test electoral como gobernador. Le tocará jugar con candidatos propios en el comicio de mitad de mandato, para al menos renovar la banca que dejará liberada la diputada nacional María de los Ángeles Moreno. En frente tendrá al PJ y a LLA, en plan de polarizar.

Es lógico que el gobernador decida apretar el acelerador con lo que tiene.


JAQUE MATE

A la UNSJ le entraron las balas de Milei
Bloquistas con peluca, en elaboración