Abanderados: la historia de los primos que a pesar de las dificultades lograron su sueño
Julieta y Luciano, son familia por línea materna y el pasado lunes vivieron un momento emocionante. Es que, el chico se egresó de la escuela primaria que lo vio crecer y en su acto de colación, entregó la Bandera Nacional a quien es 'casi su hermana', quien logró el mayor promedio a nivel escolar, convirtiéndose en portadora del emblema nacional.
El pasado lunes 11, en el acto de cierre del Ciclo Lectivo, se vivieron momentos emotivos en la Escuela Soler de Chimbas, por el egreso de los chicos de sexto y el traspaso de la Bandera Nacional entre dos estudiantes que son primos, porque sus mamás son hermanas. Es que el abanderado saliente Luciano Alaníz Ramírez, le entregó el emblema nacional a su prima Julieta Andino Ramírez, para portarla durante 2024. Los niños viven en casas contiguas y se criaron como hermanos, tal cual lo afirmó Yanina mamá de Luciano, ellos se acompañan a diario para no perder un día de clases, en compañía de Mateo el primito mas chiquito de la familia, de sólo seis años.
Vale decir, que ambos chicos pasaron por situaciones complicadas en sus vidas. Por lo que las mamás, coinciden en que, esto vino por gracia de Dios a ellos y también por la dedicación de los pequeños al estudio. En el caso de Luciano, con tan sólo tres años tuvo que ser operado quirúrgicamente de urgencia, luego de sufrir el ataque de un perro en su cara. Por suerte el cirujano que lo operó pudo reacomodar su nariz y suturar su rostro, el profesional trabajó de tal manera que le quedaron marcas apenas visibles. 'Después del ataque del perro mi niño era otro, tenía miedo. Y gracias a Dios y a la intervención de la psicóloga que lo atendió, él pudo superarse y ahora lo vemos mucho mejor, tanto en lo anímico y en las demás áreas’, expresó la madre del niño.
En el caso de Julieta, ella nació sietemesina y pasó una temporada en la Neonatología del hospital Dr. Guillermo Rawson. Con mucho menos peso del que debía tener y un importante grado de reflujo gastroesofágico, logró salir de la internación en sus semanas de vida. Años después, la nena inició sus clases en el nivel inicial, pero por consejo de su seño Virginia, fue derivada a la psicopedagoga, porque su introspección no le permitía adaptarse al grupo de compañeros e interactuar con la docente, lo que significaba un retroceso en su aprendizaje. ‘Juli era una nena que no hablaba con sus compañeros, ni su seño. Ella se quedaba solita en un rincón y se dormía. Por eso la seño que tenía la derivó a una profesional que la vio durante meses. Después de eso, mi hija se logró expresar un poco más y la especialista, me enseñó como madre, que cada niño es diferente y que mi hija era simplemente tímida, no era muy demostrativa y que por ser así no iba a tener problemas. A la vista está que la profesional tenía toda la razón’, dijo su mamá.
Sobre el traspaso de la Bandera Nacional entre los primos
Luego de poco mas de ocho meses de ciclo lectivo y con la confirmación de que Julieta era la abanderada nacional entrante, los primos iniciaron los ensayos del traspaso de bandera. Tanto en la escuela, como en sus casas a la vista de su abuela Rosa y su abuelo Patricio. Entre risas y reclamos que entre ellos se propinaban, lograron que le saliera a la perfección lo que debían decir. Y con la ayuda de la familia, compraron todo lo necesario para la ceremonia, porque les quedaba 'todo chico', guardapolvos, zapatos, entre otros.
Al llegar el día, gran parte de la familia asistió a verlos, entre ellos sus abuelos y su querida tía Patricia que llegó desde Capital. Mientras que sus otras dos tías que viven en Córdoba y California, aguardaban los videítos y fotos para ver a sus pequeños tan amados. Finalmente, alrededor de las 11, prometieron ante Dios y la Patria ser fieles a sus raíces y se sumó en Julieta la promesa de portar con orgullo la Bandera Nacional. Lo hicieron junto a sus compañeros, de ambos cuerpos de bandera entrante y saliente incluyendo a los cuerpos de Bandera Ciudadana, quienes tienen un gran nivel de excelencia y con ánimo dispuesto y lealtad asumieron sus compromisos respectivos.
Antecedentes familiares
Cabe mencionar que no es la primera vez que esto sucede en la familia Ramírez. Es que en el año 1984, en la misma escuela Soler las tías de Luciano y Julieta, llamadas Gabriela y Mariela Ramírez, también hicieron el traspaso de bandera.
La tía de los chicos, Gaby, resultó abanderada de la institución y en diciembre de ese año, Mary, la otra tía, recibió la bandera nacional. Ante esta situación, Diario 13 habló con la abuela de los niños y ella se refirió a lo que les aconteció a sus hijas. ‘Yo a Gaby y a Mary siempre las mandé a estudiar, nunca les pedí notas, no les pedí títulos sólo que se superen todos los días. Y la bandera, claro que fue hermoso ver cómo lograron portarla las dos y ver a mis nietos ahora, me estalla el corazón de emoción', expreso la abuela Rosa.
Y en el año 2017, Ayelén Alaniz Ramírez, también fue portadora del emblema nacional. Es decir la hermana de Luciano, el abanderado saliente y reciente egresado. Quien hoy está en el secundario y estudia para ser bombera voluntaria.