Bustos tras la absolución: del ‘me hicieron una cama mal hecha’ a ‘los perdono’
Entre lágrimas, el sacerdote sanjuanino aseguró que esta experiencia le sirvió para acrecentar su fe, le agradeció a todos los que siempre creyeron en él, sobre todo a sus abogados y aseguró que ya no tiene bronca para los que lo acusaron.
Este lunes 15 de abril el tribunal del juicio contra el sacerdote Walter Bustos falló dividido, pero a favor del religioso acusado de abuso sexual. Luego de la emoción, los abrazos y las lágrimas con sus familiares al escuchar el veredicto de los jueces, habló con la prensa donde aseguró que aquellos que lo acusaron se habían ensañado con él y que todo fue por problemas familiares. ‘Me quisieron hacer una cama, mal hecha gracias a Dios’, expresó.
‘Agradezco a Dios porque Él sabe todo. Entonces al primero al que agradezco es a mí Dios', comenzó diciendo para de inmediato quebrarse. Entre lágrimas, luego expresó: 'A mí me ha servido todo esto para crecer mucho en la fe. Ustedes saben que todos los seres humanos pasan crisis, por momentos duros, difíciles y es cuando más desconfiamos de Dios. Yo no dudo de que por momentos dude de Dios, pero cuando volvía a poner mis fuerzas en Él, con todas en las fuerzas, vino mi Pascua, mi paso de la muerte a la vida'
Bustos les agradeció a sus familiares, amigos, parte de la comunidad que siempre estuvieron a su lado y creyeron en él. Así como también les agradeció emotivamente a sus abogados defensores Sandra Leveque y Joaquín: 'Agradezco a mis abogados, a Sandra y a Joaquín. Ellos desde un primer momento me creyeron, sabían todo como era', aseguró el religioso.
‘Los medios saben cómo era esto desde antes, como vino a saltar otra vez. Cuando me absolvieron de las otras causas porque estaban con dudas, pero, ya en esto se vio más claro todo’, manifestó sobre esta causa y las otras en las que fue absuelto.
'Agradezco que se hizo Justicia. Agradezco a los jueces porque vieron la verdad en todo esto, agradezco su buen juicio, porque nada me favorecía a mí'
El cura aseguró que hubo un ensañamiento para con él porque es una figura pública y porque es sacerdote. Luego indicó que todas las acusaciones que se han hecho en su contra nacieron por problemas familiares. ‘Hay problemas familiares que llegan a la muerte’, expresó.
El sacerdote aseguró que ya perdono a todos los que lo acusaron. 'Yo ya no tengo bronca con ellos, que Dios los perdone, yo los perdono. Que Dios los bendiga, que Dios los proteja, que Dios bendiga sus vidas también, la de todos los que me acusaron. Yo los perdono porque yo tengo un maestro que es Jesús, quien me enseñó a perdonar', soltó.
Por último, cuando fue consultado sobre cuál será su futuro, Bustos aseguró que él quiere volver a ejercer sus actividades como religioso, pero que, quienes deciden son las autoridades eclesiásticas.
El fallo dividido del tribunal: la absolución
Este lunes se conoció el veredicto del caso de abuso sexual a un adolescente que pesaba sobre el sacerdote Walter Bustos. El religioso fue absuelto por el beneficio de la duda, por lo que zafó de ir preso por 14 años, según había pedido fiscalía y el abogado de la familia del joven denunciante.
Cuando tuvo la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras antes de que se conociera el veredicto, el cura expresó: ‘Estoy cansado. Mi vida ha sido dedicada a Dios’, para luego añadir: ‘Acá hay una víctima y soy yo. La única víctima soy yo’
La acusación que pesaba sobre Bustos era la de abuso sexual agravado por ser en prejuicio de un menor, por ser ministro de fe y por aprovechamiento de la inmadurez sexual de un menor de edad (dos hechos) en concurso real con corrupción de menores. Este 15 de abril, el tribunal se expresó con un fallo dividido: Federico Rodríguez, presidente, Celia Maldonado, vocal votaron a favor de la absolución, mientras que Carolina Parra lo hizo en contra.
Al escuchar el fallo, el sacerdote expresó en el micrófono un simple gracias mientras lloraba. Luego, se levantó y se abrazó con sus familiares presentes en el juicio. Luego, se abrazó fuertemente con sus abogados para por último agradecerles por su defensa.