Conducir con orgullo: la historia de una taxista que equilibra su oficio con el rol de madre
Sofía Varela es taxista desde hace muy poco, sin embargo su lucha comenzó desde pequeña. Hoy es integrante de la Asociación Conductoras Profesionales Unidas y de varios proyectos de vida que tienen mujeres en común, su historia es inspiradora.
En el vasto mundo de conductores profesionales, se destaca la historia de Sofía Varela, una mujer de 35 años, valiente, madre soltera y amante de la conducción que encontró en el volante la libertad de ser mamá presente en casa. En una entrevista exclusiva con el Diario 13, Sofía compartió su increíble trayectoria.
"Para mí es muy importante el rol de mamá presente en casa, por eso no optaría por un trabajo en el comercio", comenzó subrayando Sofía al hablar sobre su elección profesional. Destacó la flexibilidad que le brinda su trabajo, permitiéndole pasar tiempo con sus hijos mientras trabaja: "Todos los trabajos son sacrificados, pero este trabajo a mi me dio la libertad de ver a mis hijos" aseguró.
De una familia ligada al mundo automotor, Sofía reveló su amor por los motores desde joven. "Soy nieta e hija de corredores de autos y mecánicos, me encantan los motores", expresó. A pesar de ciertos estereotipos, su abuelo inicialmente dudó en enseñarle sobre motores, pero eso no impidió que cultivara su pasión: "Le pedía a mi abuelo que me enseñara a arreglar motores, y siempre me decía que no; que las nenas no se ensucian las manos con grasa" recordó. De su infancia también recuerda que iba de chica a jugar en simuladores de los videojuegos de carrera, y esto afianzó aún más su fascinación por los autos.
Luego del paso del tiempo, con un matrimonio que no resultó, Sofía aprendió a conducir. Después, surgió la oportunidad de convertirse en taxista. En una juntada con amigos, una de sus conocidas le comentó que hacia poco su marido había sacado la licencia de taxista: "Una amiga me dijo 'porque no te metes vos también? a vos te gusta mucho manejar' y yo dije ¿porqué no?" .
La taxista contó que incluso llegó a vender el cobre de los cables que recolectaba para juntar el dinero necesario y sacar su licencia. Fue así que superó todos los obstáculos, como la falta de un auto y cuidado para sus hijos. "Estuve un mes y medio sin auto, hasta que un amigo me lo prestó y me cuidaron a mis hijos. Finalmente, pude sacar el carnet", compartió.
De su profesión, Varela destacó que le gusta mucho el trato de la gente y que disfruta de acompañar a los que más lo necesitan: "Me toca hacer a veces de psicóloga, hay gente que se ríe en el auto, otras que lloran y busca una palabra de consuelo; y a mi me gusta mucho el trato de la gente. Por ahí si me vuelvo loca, pero ¿Qué mujer no lo está?" declaró sarcásticamente.
Por otra parte señaló que, para ella, es una valiosa tarea la de ser madre: "Los niños no entienden a veces de trabajo, política ni plata. Los niños quieren a sus padres presentes y este trabajo me permite seguir siendo mamá" afirmó. Sofía vive con su hermanita menor Pili que tiene 11 y de quien se hace cargo después que su mamá falleció. Por otra parte, sus hijos Delfina tiene 11 años, Sofia 8 y Mateo el menor de 6.
En ese sentido apeló a que la búsqueda del equilibrio entre su profesión y rol tuvo mucho que ver con su familia: "No me cuelgo la corona sola, me ayuda mi ex marido y su familia y estoy agradecida. Siempre me ayudan porque la rutina del taxi es subirse y no sabes a donde vas a terminar aunque eso me encanta" admitió. Además, hizo un especial mención a su hermana, Cecilia, quien la ayuda con las tareas domésticas cuando ella está trabajando. Contó que sin ella las tareas cotidianas serían imposibles: "Mi hermana me ayuda un montón, es una pieza clave y eje fundamental para que todo funcione" expresó.
Varela ingresó al mundo de los taxis tras responder a una convocatoria de Remis Oeste que buscaba mujeres conductoras. Desde entonces, Sofía ha sido parte de un movimiento aún más amplio, uniendo fuerzas con la Asociación Conductoras Profesionales Unidas (C.P.U) que aboga por los derechos de las mujeres en la conducción.
"Las admiro a todas, son mamás, abuelas y todas luchadoras", elogió Sofía al referirse a sus compañeras de la asociación. Además, destacó la importancia de los congresos anuales que abordan temas como técnicas defensivas de manejo y la salud ginecológica de las mujeres en este rubro tan demandante.
Sofía resaltó la importancia de animar a más mujeres a unirse al rubro: "Les dejo el mensaje de que se animen. Muchas me preguntan si me da miedo trabajar de noche o si me da miedo el acoso, y la verdad que no, yo creo en Dios y a Él le aclamo por su protección" aseguró afianzándose en la fe.
Además de su labor como taxista, Sofía también enseña a conducir a otras mujeres y como proyecto actual ahora aboga por la inclusión y aceptación del cuerpo real de la mujer, inserta en un proyecto que busca aplicar efectivamente la Ley de talles reales en las prendas femeninas.
Con metas claras para el futuro, esta joven taxista sigue siendo una fuente de inspiración, demostrando que ser madre y seguir sus pasiones son posibles simultáneamente.