La cuarentena fue una "estética" para el Parque de Mayo
Tras el vaciamiento de espacios públicos debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio, se renovó el aire en el principal pulmón de la ciudad.
Pasto verde y largo, sedoso. Agua clara y limpia. Aire fresco y limpio. De repente, la cuarentena se convirtió en algo más que un aislamiento, se transformó en la posibilidad de darle un respiro a los espacios naturales, aquellos que se pueden recuperar solos, sin intervención del hombre. Un caso concreto es el Parque de Mayo de Capital.
En la visita que realizó el móvil de Canal 13 llamó la atención la increíble recuperación que tuvo el Parque en menos de un mes, que es lo que lleva hasta el momento la cuarentena. Y el paisaje es fácilmente descriptible, porque es puro. El pasto, cual paño de seda, con hilos finos y suaves, en un vaivén con el viento. El estanque, claro y limpio, donde a la distancia se puede ver el cardumen paseando de lado a lado. El aire, fresco y limpio, propio de la montaña, como hace tiempo no se sentía.
La falta de presencia humana le lavó la cara al parque y lo hizo como nadie. Justamente, en diciembre del año pasado se realizaron obras de hermoseamiento del espacio que incluyó desde replante de pasto hasta la limpieza total de cada rincón. Poco duró esto porque el sanjuanino es de compartir al aire libre, de salir a jugar, correr, comer al aire libre, y eso que es tan único termina por pesar.
La cuarentena, en fin, llegó para eso. Para guardarnos y, como efecto rebote, liberar los espacios. Al Parque le dio una renovación de aires y la posibilidad de sorprendernos lo importante que es "dejar respirar" al pulmón de la ciudad.