Las estrategias de los merenderos sanjuaninos en tiempos de pandemia
La imposibilidad de muchas personas de salir a trabajar durante la cuarentena hizo que cada día sean más los que busquen su vianda en estos comedores comunitarios.
La llegada de la pandemia modificó el modo de trabajo de los merenderos y los comedores comunitarios de la provincia. Primero, porque la gente no pudo quedarse a merendar o almorzar en estos sitios, y después porque en algunos casos hasta se duplicó la cantidad de gente que concurre a pedir un plato de comida.
Como el incremento de los asistentes a estos lugares solidarios es notable, los encargados, responsables y voluntarios debieron de realizar, además de un protocolo para seguir funcionando, diferentes estrategias para poder darle de comer a todas las personas que asisten. El objetivo es aprovechar las donaciones que les realizan el gobierno y particulares.
Cabe destacar, que el sistema por el cual se manejan todos estos lugares solidarios, es a través de la modalidad vianda. Es decir, que cualquiera del grupo familiar se acerca a la sede del merendero y retira su porción familiar para poder tomar la leche en familia.
Canal 13 realizó un relevamiento en merenderos locales, sobre cómo hacen para abastecer a todos los concurrentes.
María Flores, una de las voluntarias del merendero "Esperanza", ubicado en el Barrio Ferroviario, de Capital, contó que debieron ponerse de acuerdo con otro comedor que atiende cerca de la zona para que la gente de lunes a sábados tengan su merienda.
En este sentido, comentó que mientras ellos entregan la leche martes, jueves y sábados, el otro lugar solidario lo hace lunes, miércoles y viernes. De esta manera, más de 80 familias tienen su merienda 6 de los 7 días de la semana. Además, miércoles agregan al menú almuerzo.
Asimismo, desde Rivadavia, el merendero "La Defensa" le da de comer a 180 familias, cuando al inicio de la cuarentena solo asistían 60. Mismo caso para el comedor comunitario de Chimbas, bautizado "San Cayetano", que atiende desde el Lote 4 del departamento y, pasó de darle a 110 personas a 250 con la llegada del Covid-19 en la provincia.
También desde Chimbas, el merendero ‘Rayitos de Sol’ paso de darles a 100 familias a darle a más de 160, desde que se decretó el aislamiento obligatorio. Las habilitaciones y flexibilizaciones que vivió San Juan hasta antes del brote de contagios, no hizo que merme la cantidad de personas que iban a retirar su vianda. La encargada, Ivana, contó que a 2 años de haber comenzado a funcionar, el aumento de familias que van a retirar la vianda, es notable.
Por su parte, el merendero "Pancita Feliz" paso de 200 a 300 personas desde la llegada de la cuarentena. Según comentó Fernando Salinas, cada día se suman más niños, sobre todo de otras zonas no cercanas. Los días que este comedor comunitario funciona son: martes, jueves y sábado.