El serio brote de dengue que ataca a la provincia provocó que distintos organismos de Gobierno comenzaran a ejecutar medidas preventivas para erradicar criaderos. La lupa estuvo puesta en los espacios verdes de la provincia, entre ellos el Parque de Mayo. Sin embargo, resulta que el emblemático pulmón de San Juan tiene protección propia.

"Se ha trabajado sobre las fuentes del parque y la intención era trabajar con la zona del lago, donde hay gran acumulación de agua y, por ende, la posibilidad de encontrar Aedes aegytis. A pesar de esto, la vida acuática del lago, que se da en abundancia, termina por reducir a cero la posibilidad", advirtió Lisandro Cevinelli, director de Espacios Verdes, a Canal 13.

Es que, según entiende el especialista los peces del Parque deboran las larvas y hasta la hembra que las coloca. Por esto, los mismos pasaron a tener un papel activo en la lucha contra el mosquito. Misma situación se da en los diques de Ullúm y de Valle Fértil, entre otros.

Por otro lado, la falta de movimiento de personas dentro del Parque de Mayo activó toda una población de mosquitos denominados Culex (especie tradicional de San Juan). Cevinelli advirtió que este también tiende a proliferarse y a ganar en población frente al Aedes. "Por lo general este es la especie que más se ha detectado y no se ha visto que convivan, algo que no se puede descartar, pero que ayuda a los trabajos de erradicación", señaló.

"Si bien el Aedes hembra busca el agua estancada, el macho busca espacios verdes para vivir, como el pasto. Ahí es donde pierde en competencia con el culex", dijo.

Por esto, tanto el Culex como los peces terminan por ser reductores naturales de gran importancia en la lucha contra el dengue. Son los guardianes del Parque de Mayo.