Silas Manrique, el artista jachallero que dejó una huella en el folklore sanjuanino
Diario 13 dialogó con el reconocido guitarrista sanjuanino, quien a sus 83 años continúa interpretando las canciones que el folklore le brindó.
Este lunes Diario 13 dialogó con el reconocido músico Silas Manrique, de 83 años quien se convirtió en uno de los ganadores del festival de música "Cosquín" en la provincia de Córdoba previos a la década del ´70 con su conjunto folklórico. Obtuvo el premio mayor junto a los queridos músicos sanjuaninos: "Pionono" Oro, Carlos "turco" García y Guillermo Puebla, por su destacada participación en la cuna del folklore. La noticia fue recibida con gran entusiasmo y orgullo por parte de la comunidad musical de la provincia y hasta el día de hoy, significa un logro muy importante para la cultura local.
Manrique, es oriundo de Jáchal y desde su adolescencia ha dedicado toda su vida a la música, ha sido reconocido por su gran talento y su trayectoria en la enseñanza de diversos instrumentos, como el órgano, el requinto y la guitarra. Durante muchos años, trabajó en la escuela de música de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), donde dejó una huella imborrable en sus alumnos y colegas.
Recuerda su trayectoria musical y su paso por Cosquín con entusiasmo y alegría. Además trae a su memoria a los que ya no están, su mamá, su suegra Ana y en especial a quienes fueron sus colegas, sus amigos que lo acompañaron por la senda del folklore y ya "se fueron de gira". Asegura que no le tiene miedo a la muerte, porque dice "He vivido tantas cosas en mi vida, que he entendido que Dios está siempre conmigo y nunca va a dejarme sólo", expresó el músico.
Actualmente, el guitarrista vive en Rawson, junto a su esposa Inés "Joya" Ramírez en la ciudad de San Juan, donde sigue disfrutando de su gran pasión por la música y compartiendo su conocimiento con quienes lo rodean. Sus sobrinos lo aman y dicen que siempre llevan presente a ese tío que por momentos era serio, pero luego con bromas, cuentos y gran sentido del humor, les hizo pasar la mejor niñez. Todos los días continúa leyendo partituras e interpretando sus canciones que lo llevan a sus mas añorados tiempos. A pesar de sus años, continúa fuerte como un roble y al recordar su niñez y adolescencia, reconoce que fue la música su cable a tierra y su pasión.