Celina Castillo: ´Soy una mujer emprendedora, creativa, itinerante y mutante´
La diseñadora y artesana habló de sus creaciones motivadas por el amor y la familia.
Con una personalidad avasalladora y una sonrisa enorme, Celina Castillo se sumó a la propuesta de “Mujeres Activas” de Diario 13 San Juan y habló de sus creaciones, su pasión por las artesanías, su familia y sus logros.
En su presentación, la entrevistada dijo: “Hola Soy Celina, mamá de Olivia y Eloisa. Compañera de vida de Maxi y emprendedora”.
Sobre su actividad actual detalló: “Soy creadora de mi propio mundo. Soy emprendedora y tengo en casa mi propio taller. Aprendí hace 7 años un oficio que amé desde el primer momento: el arte de la máquina de coser y aprender a hacerlo me abrió la cabeza, porque me di cuenta que podía crear con distintas telas, texturas y géneros mil cosas: desde un simple pañuelo, que lo pude intervenir con distintos detalles, hasta cortinas y almohadones. Empecé a rodar por distintas ferias en donde cada una me iba enseñando y abriendo puertas”, dijo la entrevistada y agregó: “Fui buscando y encontrando lo que quería ser yo y me defino como una mujer emprendedora, amante de la libre creación, itinerante y mutante”.
Además de sus proyectos y compromisos, Celina es mamá de dos niñas y debe organizarse tanto en lo laboral como en lo familiar: “Mis hijas me enseñan y me ayudan a crecer día a día. Ellas fueron mi gran inspiración en varios de mis diseños, por ejemplo las lonas didácticas que resolvieron esa necesidad de tener algo para tirar al piso, para llevar y que de paso se pueda lavar. Ahí me fui por el lado de la sublimación y me animé a diseñar mis propias telas. Mis hijas me ayudan un montón, aman las ferias. Somos una familia muy unida nos gusta salir a rodar juntos”, comentó sobre sus procesos creativos ensamblados a su vida personal.
Nacida en el seno de una familia en donde el arte, a través de la fotografía -como trabajo principal de su padre- estaba presente en cada momento, Celina recordó esa influencia en sus creaciones actuales: “Somos una familia muy unida, cinco hermanos y mi mamá: Andrés, Leticia, Analía y Emilce. Soy la del medio y crecí con eso (risas). Papá partió hace un par de años, él tenía el local en la galería provincial en donde tomaba fotos y ese era su mundo. El centro para él era lo más y siempre lo encontrabas en el café o en la galería y si no llegaba a estar ahí, tenías que subir hasta el hotel Nogaró para encontrarlo en la confitería”, recordó con nostalgia y sumó: “Para mí ir al centro, en este momento se me hace difícil, y más aun sabiendo que mi papá ya no está ahí. Recuerdo que mi viejo siempre se reinventaba era muy groso y estoy segura que si estuviera acá, estaría orgulloso de mí”, dijo emocionada.
Con un estilo definido y siempre pensando en la comodidad y el uso, Celina definió su trabajo al decir: “Me gustan mucho mis creaciones, siento que voy mutando y que no me quedo con una sola cosa porque me gusta explorar… soy muy obsesiva con lo que hago. Me inspira estar en casa trabajando todos los días y me siento una privilegiada con todo lo que tengo”.
Le llegada del 2020 y la pandemia del coronavirus no truncaron los proyectos de la entrevistada quien recordó los meses de aislamiento al decir: “La pandemia no me perjudicó en nada. Me preocupé mucho, pero a la vez me ocupe. Pensaba cómo poder ayudar, y qué hacer… los noticieros decían tantas cosas. Veía que en otros lugares del mundo había cadenas de mujeres que cosían barbijos, entonces armé un flyer para que la gente me donara telas de sábanas viejas, retazos de camisas y, con todo eso, poder hacer los cubrebocas y donarlos a distintas instituciones. Era todo tan nuevo y nos tenían tan encerrados, pero me daban las autorizaciones para poder moverme y salir a traer las telas y poder repartir los barbijos. De repente armé un grupo de mujeres donde todas íbamos para el mismo lado: coser los barbijos… y así de la nada armé algo hermoso. Me llamaban de todos lados, me sentí muy útil”, recordó la entrevistada a Diario 13 San Juan.
Luego Celina enumeró algunas instituciones que solicitaron su ayuda en un momento de incertidumbre frente al Covid 19 y dijo: “Me llamaron del Cymin para que les donemos unas batas porque los médicos estaban realmente asustados. Luego también terminamos donando al Hospital Rawson. Estuvo entretenido el principio de la pandemia, me gustó mucho trabajar sin fin de lucro”, comentó Castillo.
Luego la emprendedora reflexionó sobre la tarea realizada y se convenció de que las personas con más poder, acceso y contactos podrían conseguir muchas más cosas: “Imagínate un diputado o un intendente con el poder que tienen y no hacen nada, como puede ser que no se ocupen, no es tan difícil cuando se quieren hacer las cosas de verdad”, comentó.
En pareja con Maxi desde hace muchos años, Celina lo reconoce como su gran compañero de años al decir: “Con Maxi nos conocemos hace mucho, llevamos 27 años juntos, estuvimos 9 años de novios y luego nos fuimos a vivir juntos. Pasaron siete años hasta que llegaron nuestras hijas. A partir de ese momento aprendimos juntos el camino de ser padres porque estábamos acostumbrados a estar solos. Cuando llegan los hijos te cambia la vida, somos una gran familia y nos reímos mucho. Ellos me acompañan siempre y me apoyan muchísimo”, dijo Celina.
También la entrevistada habló de su madre con quien cuenta en todo momento: “Mi mama es lo más, ella me ayuda muchísimo, cuida a mis hijas siempre, es tan generosa mi vieja y es la mejor abuela del mundo. También mi hermana Emi que es mi gran compañera de ferias. Tengo una gran familia”, reconoció.
Sobre el avance de las mujeres y la conquista de espacios hasta ahora ocupados por los hombres, Celina opino sobre la realidad de San Juan en el tema: “Creo que vamos aprendiendo constantemente. Nos falta saber escuchar más. Una vez alguien me dijo tenemos dos oídos y una boca”, precisó.
Con las ideas claras de seguir creando y apostando a sus ideas y a las motivaciones surgidas sobre todo de los afectos y las emociones, Celina Castillo aseguró que no se pone metas y sus proyectos surgen en el día a día: “Siempre viví el aquí y el ahora”, comentó y si bien aseguró que no tiene grandes sueños, lo único que desea es ver crecer a Oliva y a Eloisa sanas y felices.