Tras la represión llevada a cabo por el Gobierno en la tarde y noche del miércoles, la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció que está preparando un paro. La medida sería por 24 horas y se efectuaría antes del 10 de abril, según precisó Héctor Dáer, uno de los secretarios de generales de la entidad.

Este paro tendría como objetivo repudiar la represión a los jubilados e hinchas del fútbol argentino que se manifestaron. Así como también indicaron que con esta mediad buscan solidarizarse con los jubilados, tras la jornada de represión en la que las fuerzas de seguridad aplicaron el protocolo antipiquete de un modo vehemente dejando heridos y 114 detenidos.

La decisión fue adelantada por uno de los secretarios generales de la entidad, Héctor Daer, durante el primer congreso nacional de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), realizado en el salón Felipe Vallese del edificio de la CGT.

“El día jueves de la semana que viene vamos a tener una reunión del Consejo Directivo de nuestra CGT, que ya está convocada para esa fecha. Pero lo que ya consensuamos todos los que estamos acá, y los vamos a invitar a que nos acompañen a construirlo, es un paro por 24 horas", dijo Daer en presencia de varios de los referentes de la central obrera.

Entre los asistentes al congreso de la UTEP estaban Hugo Moyano (Camioneros), Andrés Rodríguez (UPCN) y Sergio Palazzo (La Bancaria), entre otros dirigentes sindicales. Además, acompañó el encuentro el Premio Nobel de la Paz y referente de derechos humanos, Adolfo Pérez Esquivel.

La medida, como así también el día en que se desarrollará, debe ser oficializada por el Consejo Directivo. Daer ya dijo que la fecha tentativa es “antes del 10 de abril”.

El paro sería uno de los puntos culminantes del nuevo plan de lucha contra el gobierno de Javier Milei, que la central obrera pretende llevar adelante.

Según fuentes gremiales citadas por la agencia Noticias Argentinas, la convocatoria al paro “es lo que se está hablando entre distintos dirigentes, porque los dialoguistas están perdiendo espacio”. El equilibrio de fuerzas está cambiando a partir de la consolidación de un nuevo escenario en el que la protesta está siendo impulsada por otros actores y que la CGT quedó virtualmente de lado a la hora de definr cursos de acción.

De todas maneras, otros sectores del sindicalismo presionan para que el paro, más que en solidaridad con las víctimas del accionar de las fuerzas de seguridad del último miércoles, sea una medida de presión para eliminar el techo que el Ministerio de Capital Humano y el Ministerio de Economía retenden poner a las discusiones paritarias, así como para evitar la desregulación del sistema de obras sociales. Como tal, la realización de la medida de fuerza podría ser objeto de una negociación con el Gobierno.

De concretarse, sería el tercer paro general de la CGT contra la administración de Javier Milei, después de las huelgas del 24 de enero y del 9 de mayo del año pasado.