A Quiroga Moyano se le metieron un par de piedras en el zapato
El jefe de bloque suma puntos en el borrador del acuerdo entre Uñac y Gioja. Pero hay dirigentes con expectativas para 2027 que lo resisten.
Si el borrador del acuerdo entre Sergio Uñac y José Luis Gioja implica coronar a un presidente partidario de bajo perfil y 'sin capacidad de daño' -como dijo César Gioja en Banda Ancha- Juan Carlos Quiroga Moyano suma puntos. El veinticinqueño tendría el camino despejado. Pero esta semana se le metieron un par de piedras en el zapato. En adelante, cada paso será incómodo.
Hay nombres propios dentro del PJ que objetan no a Quiroga Moyano sino a las razones que lo sostienen. Rechazan la idea de una conducción lavada, en un partido que se jacta de su histórica vocación de poder. En este tándem se anotaron, desde sectores diferentes y por separado, Fabián Gramajo y Romina Rosas.
Por supuesto todo está sucediendo tras bambalinas, en voz baja. Nadie saldrá a romper cuando el diálogo está abierto y el final todavía no se escribió. Según trascendió, Uñac convocará la semana próxima al Consejo Provincial del PJ para gatillar el calendario electoral interno. Tienen las fechas encima si quieren votar el 11 de agosto.
Para lograrlo primero deberían tener atado el acuerdo con Gioja. Y todo indica que hay buenas vibraciones. Al menos el trazo grueso está. Ambos coinciden en la necesidad de armar una lista de unidad. Lo dejó meridianamente claro Juan Carlos Gioja el lunes en Banda Ancha.
Sin embargo no está todo liquidado, en absoluto. Gramajo no dejó de recorrer la provincia en ningún momento, en plan de construcción política. Su esfuerzo no está destinado a caer en saco roto. Sabe que si no asoma la cabeza, nadie le ofrecerá un lugar destacado en la próxima conducción partidaria. Tendrá que buscarlo él mismo. Y luego ver hasta dónde le permiten escalar.
En 2020 jugó con Uñac en la interna partidaria y tuvo su recompensa. Su espacio se quedó con la vicepresidencia del PJ. Se consagró Daniela Rodríguez como segunda autoridad. Pero en 2023 los chimberos acompañaron a Gioja en la campaña para la gobernación. Les tocó perder a todos en manos de Marcelo Orrego.
¿Qué pretende Gramajo en esta ocasión? Seguramente su intención sería ascender a presidente del partido, con la bandera de la renovación. Será muy difícil si no consigue el respaldo de alguno de los conductores que lo precedieron. Uñac está descartado. ¿Y Gioja? Por ahora parece lejos de acompañar una disputa de tal magnitud.
Podría decirse que a Gramajo lo complica el consenso. ¿Podría anotar una lista propia si enfrente hubiese un acuerdo uñaquista-giojista? Sería una quijotada.
El fundador de 'San Juan te quiero' llegó a entusiasmarse con la hipótesis de competir contra Quiroga Moyano, según reveló una fuente de su espacio. Así, mano a mano, el chimbero podría darle pelea al veinticinqueño. Pero una cosa sería enfrentarse solos y otra, muy diferente, con los aparatos del uñaquismo y el giojismo juntos.
Desde Caucete también se alzó una voz de disconformidad con el perfil de Quiroga Moyano. Rosas, que también tiene aspiraciones de ascender en la pirámide justicialista, le cuestiona a su compañero de 25 de Mayo la camaradería que expresa en la Legislatura con el oficialismo orreguista. Por supuesto lo hace en privado, según dijo una fuente muy cercana.
Una cosa es la convivencia democrática y la gobernabilidad, otra muy diferente es subordinar la mayoría justicialista a Orrego in eternum. Hubo algunos roces en el recinto en diciembre, pero se limitaron al reparto de cargos. Luego las votaciones se sucedieron sin mayores sobresaltos para Juntos por el Cambio. A los peronistas más impetuosos, tanta miel empezó a empalagarlos.
Si esa fuera la impronta que le quieren dar al PJ, los dirigentes que tienen vocación de competir en 2027 estarán en problemas. O al menos eso están apreciando ahora, cuando se están sentando las bases de la nueva conducción.
La pregunta en estos días decisivos es si el malestar de dos se puede contagiar a otros. Nuevamente habrá que marcar el protagonismo de los intendentes en esta etapa. Con el peronismo fuera del gobierno provincial, los jefes comunales tienen la lapicera.
Convocados por Uñac, la mayoría coincidió en resolver cuanto antes la interna y por consenso. Ahora, si esa lista de unidad debe ser encabezada por Quiroga Moyano o por otra figura con mayor temperamento, esa cuestión todavía no se cerró.
Los sectores uñaquistas y giojistas más rancios están lanzados a defender un presidente como Quiroga Moyano, de transición, que pueda hablar con todos y poner en acción nuevamente el partido sin opacar a nadie.
Pero saliendo de los círculos de paladar negro, cuando hablan los dirigentes que no tienen tanta cercanía con Uñac ni con Gioja, las miradas empiezan a ser divergentes.
Fue así que a Quiroga Moyano se le metieron un par de piedras en el zapato. Tal vez sean más.
JAQUE MATE