Una de las conclusiones de la interna peronista de este año fue la separación definitiva de Emilio Baistrocchi, ya sin camino de retorno. Su pelea política con Sergio Uñac terminó siendo una cuestión personal. El otrora heredero natural del ex gobernador abrió rancho aparte y en 2025 podría rivalizar con Cristian Andino, con sabor a revancha.

¿Por qué? Porque el ex intendente de San Martín está embalado para ser candidato a diputado nacional, pero lo sería siempre bajo la tutela de Uñac. También Baistrocchi empezó tantear una candidatura, con el sello de Juan Schiaretti

Para Emilio, la confrontación con Cristian será, más que una competencia electoral, una posta imprescindible. Necesita demostrar lo que pudo llevarse consigo luego de su divorcio del uñaquismo.

Andino no será el único en carrera el año que viene dentro del justicialismo. También trabaja para estar en la línea de largada el ex intendente de Chimbas, Fabián Gramajo. Hasta el nombre de José Luis Gioja suena en las mesas de café por su eventual regreso al Congreso Nacional.

Baistrocchi cuenta precisamente con esa interna multitudinaria peronista para sacar tajada. Sabe que los rencores pueden más que la unidad. Que el que gana conduce y el que pierde no acompaña: conspira. Pararse encima de esa herida sangrante es una apuesta servida en bandeja para aprovechar.

Este jueves Schiaretti citó a los peronistas de su espacio a Mendoza. Por el momento no bajó coordenadas para sondear alianzas con nadie. Solo trascendió una condición: se puede conversar con cualquiera que no sea kirchnerista.

Por lo tanto, el espectro es relativamente amplio. Desde Buenos Aires bajan las buenas vibraciones con el GEN de Margarita Stolbizer. Al fin de cuentas, la ex radical comparte bloque con 'Hacemos'. Ya hubo un guiño entre Baistrocchi y Diego Seguí cuando se cruzaron circunstancialmente en un medio de comunicación sanjuanino. Fue eso solamente, un gesto de reconocimiento mutuo. Pero existió.

Con Franco Aranda, Baistrocchi también podría entenderse llegado el caso de que Sergio Massa se acercara otra vez a sus ex colegas de la 'ancha avenida del medio'. Porque sí, el tigrense fue integrante de aquella mesa formada en 2019 con Roberto Lavagna, Miguel Pichetto y Juan Manuel Urtubey que se desintegró. La política tiene muchas vueltas.

'Hacemos' está en formación como partido político en San Juan y el plan oficial es obtener la personería allá por diciembre a más tardar para contar con la herramienta electoral. Baistrocchi necesita demostrar en las urnas cuántos votos le quedan de aquellos 10.400 que logró en 2023 cuando perdió la reelección frente a Susana Laciar por la Intendencia de Capital.

Los compañeros justicialistas de Emilio le bajan el precio. Consideran que los votos fueron del espacio, no del candidato. Que el peronismo se quedará con ese caudal. Hay una sola manera de saberlo a ciencia cierta y es ir a las urnas.

Por eso Baistrocchi está resuelto a inscribirse en la carrera por una diputación nacional. No tiene nada que perder. Le tocará jugar con pesos pesados. Por un lado estará Javier Milei con los candidatos libertarios que lleven su foto en la boleta. Por otro lado estará Marcelo Orrego, con los candidatos que lleven su foto en la boleta. Y finalmente estará el peronismo, con la selección de figuras antes mencionadas y una estructura tan gigantesca como sedienta de volver al poder.

El 2025 puede ser irrelevante en términos de cargos en disputa. Son apenas tres diputaciones nacionales. No es que importe poco la representación en el Congreso, pero el verdadero interés estará puesto en usar el comicio como un trampolín para el 2027. Quien no figure en el tanteador no tendrá valor electoral para ser considerado interlocutor más adelante.

Porque si Baistrocchi debe demostrar cuántos votos tiene, la misma vara le cabe a Andino, Gramajo y hasta al mismísimo Gioja. Vale para Aranda también. Y para los bloquistas de Luis Rueda, hoy recalculando con el GPS puesto al servicio del gobernador.

¿Qué lugar merece cada uno en un esquema de alianzas en 2027? El parámetro más objetivo será el 2025. Ahí quedará impresa la pizarra de cotizaciones, como si se tratara de un mercado bursátil. Las acciones no son estables. Algunas suben, otras bajan. De elección en elección, se mueve el tablero. El día del comicio se cierran los números. Y se vuelven inapelables.


JAQUE MATE