No, Javier Milei y Marcelo Orrego no son lo mismo. Las diferencias saltan a la vista. Sin embargo, que salga a decirlo el armador central de La Libertad Avanza en San Juan, tiene otro calibre. Traza un camino sin retorno que sepulta cualquier posibilidad de alianza. No sucederá en 2025 ni en 2027. Todo, bajo el atento seguimiento de Karina Milei. El Jefe.

El paso de la Secretaria General de la Presidencia por San Juan dejó huella política. No solo ordenó la interna libertaria sino que también le dio la espalda a cualquier entendimiento con la versión sanjuanina de Juntos por el Cambio. Con Patricia Bullrich está todo bien, pero nada más.

Fundamentalmente Karina revalidó el título del diputado nacional José Peluc como referente de La Libertad Avanza en esta jurisdicción. Quien tuviese alguna duda todavía, pudo disiparla. Y fue Peluc quien, en su rol de armador central, cortó toda especulación sobre un entendimiento electoral con Orrego.

'No somos lo mismo', dijo conciso el diputado libertario este martes en Banda Ancha. Cuando está en San Juan no para. Está recorriendo cada departamento para reclutar dirigentes -'los mejores', según él- apuntando al 2027. Está siguiendo el plan trazado por Karina.

Quien puede lo más, puede lo menos. Si La Libertad Avanza se aboca a fortalecer sus cuadros militantes para aquella elección general dentro de tres años y medio, la elección de mitad de mandato de 2025 saldrá naturalmente. Tendrán que elegir apenas seis nombres para conformar una lista: tres diputados nacionales titulares y tres suplentes. Ahí no está el reto. En absoluto.

Confían en que Milei empezará a cosechar los resultados económicos de su modelo este semestre, independientemente de los pronósticos negativos. Y que llegará al año próximo con una popularidad igual o superior a la que tiene actualmente. Entonces, cualquier nombre de renovación con el signo de la libertad podrá competir con altas chances por una banca en el Congreso Nacional.

La elección legislativa de mitad de mandato será clave para los libertarios, que están urgidos de agrandar sus bloques propios, para no depender tanto de los gobernadores dialoguistas, el PRO, la UCR y Hacemos Coalición Cívica. Pero aún así, el 2025 no se compara con el 2027.

El año pasado los libertarios tuvieron un pobrísimo desempeño en las elecciones provinciales y municipales. San Juan fue uno de los ejemplos. El batacazo solo sucedió a partir de agosto, cuando compitió Javier en persona y arrastró a los legisladores nacionales consigo. Así llegaron Peluc a Diputados y Bruno Olivera al Senado.

Esa misma dinámica esperan que se repita el año que viene. Por eso la obsesión está puesta en el 2027. Karina fijó ese rumbo. Y para ello, Orrego, más que un aliado, puede ser un contrincante. Los libertarios quieren hacerse del gobierno provincial

Hoy parece una quimera. Pero también parecía improbable que Milei llegara a la Casa Rosada, cuando en campaña habló de la compra venta de órganos o el supuesto derecho de los padres de vender a sus hijos. Todo puede pasar.

Dependerá por supuesto de la performance de Orrego. Por el momento, el gobernador se mantiene en la cúspide de imagen positiva, muy por encima de cualquier otro referente en la provincia, según dijo en reiteradas oportunidades el encuestador Antonio de Tommaso.

Será interesante ver cómo se dividen las adhesiones en San Juan el año que viene, entre estas dos opciones: ¿hay que darle legisladores nacionales al presidente o hay que dárselos al gobernador? La pregunta seguramente será incómoda en Paula y Libertador. Los libertarios intentarán nacionalizar el comicio, el orreguismo buscará provincializar. La trama de esta película ya se vio en el pasado.

¿Hay que darle legisladores nacionales al presidente o hay que dárselos al gobernador? La pregunta seguramente será incómoda en Paula y Libertador.

Curiosamente o no tanto, Peluc coincidió con Roberto Basualdo, uno de los mentores políticos. Dijo que los legisladores libertarios o los orreguistas, aunque jueguen electoralmente por separado, luego pueden confluir en las votaciones en el Congreso. Esa es la salida salomónica que están ensayando para camuflar la primera verdad. ¿Qué verdad es esa? Que no son lo mismo y que ni siquiera pueden pensar en compartir una lista.

Para el peronismo, esta división puede ser una buena noticia. O no. Si Milei y Orrego rivalizan de alguna manera, el PJ podría caer al indeseado tercer lugar. Fuera del gobierno y solo con el sostén de los intendentes, la situación del justicialismo dista mucho de lo que alguna vez fue.

Adivinar cómo llegará cada uno al año que viene resulta temerario. Imaginar el 2027 directamente roza la ciencia ficción. Pero aún con toda esta incertidumbre, empiezan a surgir las definiciones. La primera de todas es que no son lo mismo Milei y Orrego. Y que los libertarios están armándose para desafiar al gobernador.


JAQUE MATE