No todo lo amarillo es PRO
A Orrego lo sumaron al paquete de gobernadores que responden a Macri. Pero el propio presidente del partido, Cornejo, aclaró que aquí el bastón de mando no le pertenece a Mauricio.
Fue interesante la estrategia política de la Casa Rosada, que dividió a los gobernadores de Juntos por el Cambio y les dio prioridad a los cinco presuntamente identificados con el PRO. Pusieron a Marcelo Orrego en ese paquete, junto al puntano Claudio Poggi, al entrerriano Rogelio Frigerio, al chubutense Ignacio Torres y al porteño Jorge Macri. Sin embargo no todo lo amarillo es PRO.
El sanjuanino conserva rigurosamente su autonomía y así se lo hicieron saber al mismísimo Mauricio. Lo dijo en Banda Ancha el presidente del PRO en San Juan, Enzo Cornejo. En esta provincia el hilo conector de Juntos por el Cambio ha sido Producción y Trabajo, encarnado en Orrego. Por lo tanto, el rumbo político se trazará localmente. Los acuerdos de Macri con Javier Milei no incluirán al santaluceño como parte del combo.
Como dijo Cristina: no se hagan los rulos.
La aclaración fue necesaria, cuando el PRO y La Libertad Avanza están noviando a nivel nacional. No, no es una metáfora. Es la expresión que utilizaron este fin de semana Martín Menem y Cristian Ritondo para referirse al momento que transita la relación política. Sin eufemismos.
Frente a esta revelación, el propio Cornejo puso un límite y quedó grabado en Canal 13. En San Juan van a pesar las particularidades locales más que las conveniencias nacionales. Que le pongan el cartel a Orrego desde Buenos Aires no significa que lo subordinen a la batuta macrista.
Una de las particularidades locales es el diputado nacional José Peluc. El libertario más cercano a Karina Milei se convirtió en la garita obligatoria para todo aquel que quiera aproximarse al espacio violeta. La tensión entre el legislador y el gobernador es añeja. Data de cuando ambos integraban Producción y Trabajo, como herederos políticos de Roberto Basualdo.
Orrego ascendió dentro de la estructura basualdista y Peluc decidió abrirse para fundar su propio partido ADN. Luego apostó oportunamente por la motosierra y se quedó con el sello del León.
Entonces, Orrego tiene el factor Peluc, como Cornejo tiene el factor Eugenia Raverta, heredado desde lo nacional. En esa interna macrista-bullrichista Marcelo no tiene nada que ver.
Que la Casa Rosada lo cuente a Orrego como uno de los gobernadores del PRO esconde la expectativa de que Macri sea el facilitador. Si sus diputados liderados por Ritondo han sido claves para la aprobación de las leyes más difíciles, bueno, mejor sería para el oficialismo libertario que la conversación incluyera de una sola vez a las diputadas orreguistas Nancy Picón y María de los Ángeles Moreno. Pero no.
Raverta les pasó factura por la votación zigzagueante, el viernes pasado en Banda Ancha. Las orreguistas acompañaron el veto a la movilidad jubilatoria pero rechazaron el veto al financiamiento educativo. ¿Qué pretenden? La respuesta es muy obvia: que Milei y sus operadores tengan que negociar con Orrego voto por voto. Que no lo cuenten con la automaticidad del PRO.
Por lo tanto, para Orrego sería un pésimo trato diluirse en el paquete de gobernadores del PRO, como intentaron pintarlo la semana pasada, en ese almuerzo compartido con sus colegas Poggi, Frigerio, Torres y el primo Jorge.
Nota al margen: Poggi tampoco es parte del PRO. Tiene su fuerza local, a imagen y semejanza de Producción y Trabajo. Tomen nota los estrategas violeta. La Región de Cuyo se pondrá arisca en 2025, contando a Mendoza en manos del radical Alfredo Cornejo.
El mendocino tiene mayor afinidad con los libertarios. Es parte del ala que acompaña de manera irrestricta las políticas de ajuste. Sin embargo, la UCR tiene un debate no resuelto -¿cuándo no?- porque los modales de Javier rozan el límite de lo inaceptable para un partido más que centenario, reducido a la categoría de 'zurdo empobrecedor'.
Raverta, que obedece verticalmente a Patricia Bullrich, tiene una mirada juzgadora sobre su presidente partidario y sobre el gobernador. No les perdona la gambeta. Preferiría contar ciegamente con su respaldo. Pero al mismo tiempo los está esperando porque entiende -como Pato- que el 2025 no tendrá lugar para tercios. Mucho menos si Macri termina de cerrar con Milei, como todo indica que puede suceder.
Lo que algunos parecen olvidar es que Orrego tiene territorio, como el resto de sus pares provinciales. En política y puntualmente en Juntos por el Cambio, ese carácter tiene mucho peso. Si lo quieren incorporar, tendrán que convencerlo con otro argumento más que no sea 'lo dijo Mauricio'.
Valga repetirlo, una vez más: no todo lo amarillo es PRO.
JAQUE MATE